No hay ninguna ley que obligue a que todos los bancos de exterior tengan la misma forma sobria y aburrida, sin embargo es habitual que los que vemos en parques, calles y jardines sean todos cortados por el mismo patrón. Jeppe Hein ha pensado que ya es hora de cambiar y ha realizado una serie de propuestas un tanto diferentes.
La idea es pasar de las típicas cuatro tablas con sus patas a un banco de jardín con más personalidad que pueda resultar más divertido para los niños, más cómodo para los adultos y que incluso pueda ayudar a fomentar las relaciones sociales entre humanos.
Algunas de las propuestas son más prácticas, otras más llamativas por su aspecto, pero todas tienen algo que las convierte en especiales y diferentes. A mi la que más me ha gustado es la de la primera foto en la que la gente se puede sentar cara a cara en vez de en línea a lo largo del banco.
Tampoco está nada mal la idea de incorporar nuevos elementos al banco que puedan servir para que nos tumbemos con la cabeza o con las piernas en alto, aunque creo que teniendo en cuenta la dureza de los materiales con los que los bancos están fabricados, vamos a necesitar como mínimo un cojín.
Vía | Dornob Más información | Jeppe Hein En Decoesfera | Bancos flexibles, modernizando los muebles de exterior