La cultura del bonsái va más allá del cuidado de plantas, es todo un arte milenario de origen sagrado que nos conecta con la naturaleza y nos permite tener auténticas joyas naturales en casa. Un bonsái requiere ciertos cuidados, pero en realidad su mantenimiento no es tan difícil como se cree si tenemos en cuenta algunos consejos.
Los bonsáis son árboles de diferentes especies que se cultivan y se cuidan de tal modo que se reduce su tamaño, dándole una determinada forma siguiendo principios estéticos. El resultado son plantas de gran belleza, de una vida casi eterna, que sumarán belleza, equilibrio y elegancia a nuestro hogar.
Orígenes asiáticos
El arte del bonsái se originó en Asia hace unos dos mil años. Fueron los monjes taoístas de China los que desarrollaron sus técnicas en un contexto sagrado, ya que para ellos el cuidado de estas plantas les conectaba con la espiritualidad de la naturaleza, simbolizando la unión entre el cielo y la tierra.
Los japoneses heredaron la cultura del bonsái, popularizando este arte entre la alta sociedad y la nobleza. La palabra bonsái procede precisamente del idioma japonés, y significa literalmente “naturaleza en bandeja”, puesto que las plantas crecen en recipientes, y no en la tierra.
Hoy en día cualquier persona puede dedicarse al cultivo de bonsáis. Sigue siendo un arte y un hobby para muchos amantes de la naturaleza, ya que su práctica es relajante, ayuda a combatir el estrés y nos permite dar un toque muy natural y armónico a nuestra casa. Los bonsáis crean atmósferas relajadas, naturales y frescas, y además suman estilo y elegancia a cualquier estancia.
¿Cómo elegir tu primer bonsái?
Para tener éxito en el cuidado de nuestro primer bonsái lo primero es tener en cuenta dónde lo vamos a situar, ya que el lugar determina el crecimiento de la planta. Hay que conocer las condiciones de temperatura, humedad, luz y también el espacio disponible para que nuestro bonsái se desarrolle sin problemas.
Los bonsáis que crezcan en el exterior necesitarán las mismas condiciones que cualquier árbol normal. Fuera, las plantas siguen los ciclos naturales, por lo que es la mejor opción si buscamos que nuestra planta pueda florecer y, en su caso, dar frutos. Elige la especie en función del clima de tu zona, dependiendo de si es húmeda o seca.
Los lugares de temperaturas más cálidas y ambientes secos, con mucho sol y poca lluvia, son adecuados para especies como el olivo, azalea, boj, acebo de Japón, o alcornoque. En invierno hay que evitar las heladas, prestando especial atención a las raíces, y si vivimos en una zona muy fría, conviene resguardarlos en un invernadero o bajo una techumbre. Los robles y ciruelos en cambio son especies que toleran mejor los climas húmedos y con poca luz natural.
Muchos bonsáis se adaptan sin problemas al interior, si bien debemos elegir especies que toleren bien las temperaturas estables, sin grandes cambios a lo largo del año. Algunas de las variedades más agradecidas en el interior del hogar son el aligustre, ficus, operculicarya o pimentero japonés, sageretia, carmona o serisa. Dentro de casa hay que procurar que reciban abundante luz natural y que las hojas no se sequen demasiado, para lo cual es útil pulverizarlas con agua.
Los cuidados esenciales
Para disfrutar de un bonsái longevo, sano y bonito, tenemos que proporcionarle una serie de cuidados básicos que en el fondo son los mismos que necesita cualquier otra planta. Los aspectos esenciales son el riego, la tierra, la temperatura y la poda y el pinzado.
Como cualquier planta, el bonsái necesita un riego adecuado para crecer sin problemas. La cantidad y frecuencia dependerá de cada especie, por lo que si tenemos dudas es mejor consultar al personal de Jardinería o recurrir al práctico Manual del Bonsái. Lo importante es vigilar que la tierra nunca esté totalmente seca, siempre necesita cierta humedad.
Puesto que los bonsáis crecen en macetas o bandejas, necesitan que la tierra esté bien nutrida para crecer de forma saludable. Es importante fertilizarla adecuadamente con un abono específico, siempre siguiendo las instrucciones para no excedernos. Como ya hemos señalado, la pulverización con agua de las hojas de forma regular ayudará a mantener la humedad que necesitan.
Por último, el arte del bonsái consiste en aplicar técnicas manuales para darle la forma que más nos guste, y por eso es esencial la poda. Necesitaremos herramientas específicas, como una podadora cóncava, y tijeras pinzadoras para su modelado. Siempre hay que procurar cortar las ramas lo más cerca posible del tronco, y pinzar las más jóvenes de la brotación más reciente. Además, es conveniente girar las plantas regularmente para que crezcan de forma homogénea, sobre todo en el interior de las viviendas.
Ya hemos visto cómo en el fondo el bonsái es una planta que, a pesar de necesitar de ciertos cuidados específicos, no difiere mucho de otras plantas. Disfrutar de un bonito bonsái en casa no es tarea imposible, acércate a tu centro de Jardinería y anímate a practicar este arte milenario en casa.
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