Pretender estar libres de todo tipo de sustancias químicas es muy complicado hoy en día. Vivimos rodeados de multitud de sustancias artificiales como parabenos, gases, químicos, pesticidas u otros elementos que ingerimos y respiramos, en la calle y en el hogar.
La acumulación de estas sustancias es tanta, que incluso puede desencadenar distintas reacciones físicas que revisten mayor o menor gravedad.
Productos tan habituales en la limpieza del hogar como la lejía o el amoniaco producen irritación en los ojos y en las mucosas a muchas personas.
Como la exposición es inevitable, estas sustancias están en todas partes (champús, suavizantes, maquillajes, esmaltes, pinturas de la pared...), una manera de defenderse es volver a usar agentes naturales en la limpieza del hogar.
Cada vez más gente opta por soluciones naturales y sin químicos para la limpieza del hogar
Además de por ser una opción más natural tiene otras ventajas como la de librarnos de muchos productos específicos que ocupan espacio de almacenamiento y tienen precios elevados.
Para asegurarnos una limpieza natural tres productos son clave: el vinagre, el bicarbonato y el limón
EL BICARBONATO
Es un gran aliado para la limpieza del hogar y tiene muchas posibilidades. Absorbe la grasa y puede deshacer manchas difíciles.
Entre otras cosas, se usa para eliminar manchas en las alfombras. ¿Cómo? Espolvoreando un poco de bicarbonato sobre la mancha, se deja actuar un rato y se elimina frotando con un cepillo suave con agua.
Como Suavizante natural. No aportará un olor especial a tu ropa (es neutro), pero si echas un poquito de bicarbonato en el deposito del suavizante conseguirás suavizar la ropa de manera efectiva. Si además usas un jabón orgánico como limpiador, tu limpieza de la ropa será 100% ecológica.
Como limpiador de baño. La solución de un litro de agua y de 1/4 de una tacita de polvos de bicarbonato será una solución de limpieza eficaz para casi todo. También como limpiador de sanitarios y azulejos.
Para limpiar más a fondo el horno. Para eso vacia el horno y crea una pasta con bicarbonato (media taza) y tres cucharadas de agua. Esparce esta pasta por el interior del horno con las manos con guantes y deja actuar por la noche. A la mañana retira la pasta y con un trapo húmedo.
Limpiar el microondas. Pon en un bol o taza abierta dos cucharadas de bicarbonato en 240 ml de agua (una taza). Colócala en el interior del microondas y calienta tres minutos. Déjalo un rato en el interior (aprox. 15 minutos) y cuando lo retires, pasa un trapo húmedo por las paredes y la puerta del microondas. Conseguirás limpiar y eliminar olores al mismo tiempo.
Para desatascar tuberías. Esta es una de las funciones más conocidas del bicarbonato con la gran ventaja de que puedes prescindir de los productos normalmente muy abrasivos y tóxicos que se venden con este fin.
¿Cómo se hace? Echa media taza de polvos de bicarbonato de sodio en las tuberías y a continuación echa una taza de vinagre. Por la combinación saldrán burbujas. Déjalo veinte-veinticinco minutos y a continuación echa tres litros de agua caliente por el desagüe.
EL VINAGRE
Ya comienzan a venderse vinagre específicamente como limpiador de hogar. Generalmente estos limpiadores tienen más concentración de ácido acético que el vinagre de cocina tradicional por lo que no sirven para cocinar. Puedes comprar estas soluciones o usar el vinagre de manzana de toda la vida y mezclarlo al gusto (hasta que des con la mezcla que más te guste), para usarlo como limpiador.
Esta mezcla va bien para limpiar suelos, porque abrillanta los suelos cerámicos y de madera.
Es muy eficaz eliminando las manchas de cal y agua que deja el agua en griferías, mamparas...
Es un buen desinfectante para eliminar restos de pesticidas o sustancias tóxicas en la fruta o la verdura. En lugar de un poco de lejía, puedes dejar en un bol con agua y un chorrito de vinagre que conseguirás el mismo efecto pero con 0% de toxicidad.
Solo hay que tener cuidado con no usarlo sobre piedras o terrazos naturales porque su acidez puede dañar estas superficies.
EL LIMÓN
El limón como el vinagre, es un gran desinfectante natural con la ventaja de que tiene un olor más agradable que el vinagre (hay gente a la que no les gusta nada el olor del vinagre).
Entre sus distintos usos es perfecto para limpiar la tablas de cortar de madera porque es un antibacteriano natural. Para limpiar la tabla únicamente hay que cortar medio limón y frotarlo sobre la tabla de cortar. Déjalo actuar toda la noche y a la mañana siguiente limpia con normalidad.
Es perfecto para eliminar olores.Por ejemplo, elimina manchas y olores de envases de plásticos o tuppers. Se colocan los envases y las tapas a remojo en agua con el zumo de medio limón y una cuchara de bicarbonato y se frota suavemente.
Elimina los olores del frigorífico. Colocando medio limón abierto en el interior del frigorífico y renovándolo cada semana, tendrás un ambientador natural.
Por lo mismo, porque el limón es un aromatizador natural también será eficaz para usar en espacios cerrados como armarios. Para ello basta con hacer la mezcla con el zumo de dos limones y la misma cantidad de agua y colocarlo en una botella rociadora.
Y tú, ¿estás a favor de la limpieza natural o eres más de productos específicos?
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