No lo sabía, pero si reutilizamos los rollos de cinta adhesiva acabados y un retal de tela, podemos hacer este práctico organizador para la cocina

No hay nada más molesto que se acabe la cinta adhesiva justo antes de terminar de envolver la última esquina de tu paquete. El celo se queda pegado al cartón del final y, por mucho que lo intentes, ya no pega más. Es en este momento, cuando tiramos el círculo de cartón restante y optamos por abrir uno nuevo. Pero aquí entra en juego la manualidad: no lo tires, reutilízalo.

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No lo sabía, pero si reutilizamos un bote de Nesquik y la manga de un jersey viejo podemos hacer este práctico organizador

¿Cómo? Siguiendo los pasos de este proyecto tan creativo para hacer un organizador de cubiertos así se sencillo. Un proceso DIY muy práctico, económico y funcional que te va a echar una mano inmediata en la cocina. ¡Mira que fácil!

Qué hace falta para preparar organizador con un rollo de cinta adhesiva

Para poder desarrollar este proyecto DIY con un rollo de cinta adhesiva hace falta que tengas en casa estas herramientas.

• Tres (o más) rollos de cinta adhesiva
• Retales de tela
• Palos de madera
• Silicona
• Cordón de fibra natural

Cómo hacer un organizador para los cubiertos paso a paso

Vía @changhandmade

La propuesta es tan sencilla como original: transformar tres simples rollos de cinta adhesiva acabados en un práctico organizador que, además de ser útil, aportará un toque rústico y cálido a cualquier rincón de la cocina.

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El proceso comienza pegando los tres rollos uno sobre otro con silicona caliente, formando una pequeña torre cilíndrica que servirá de base para nuestro diseño. Una vez asegurada la estructura, se cubre la parte superior del primer rollo con un retal de tela. Este gesto no solo oculta el cartón, sino que aporta textura y color al conjunto, permitiendo personalizar el organizador según los tonos y el estilo de tu cocina.

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Para revestir el resto del cuerpo, se utilizan palitos de madera —como los que usan los médicos para revisar la garganta— colocados de forma vertical alrededor de los rollos. Este detalle no solo aporta firmeza, sino también un encantador aire natural y artesanal, que remite a los cestos de toda la vida.

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El toque decorativo corre por cuenta de la creatividad: puedes añadir pasamanería, encajes o pequeños retales de tela sobrantes para rematar los bordes, dar contraste o simplemente sumar carácter. Y para terminar, se incorpora una asa realizada con cuerda de fibra natural, ideal para colgar el organizador donde más lo necesites: junto a la cafetera, cerca del fregadero o incluso en el interior de una puerta de armario.

Cómo usarlo y dónde ponerlo

Este pequeño organizador puede tener tantos usos como tu imaginación lo permita: almacenar cápsulas de café, sobres de infusiones, utensilios pequeños, esponjas, bayetas, pinzas... Lo importante es que, además de resultar práctico, representa una forma creativa y sostenible de decorar.

En un momento en el que cada vez valoramos más lo hecho a mano, lo reutilizado y lo consciente, esta propuesta se convierte en una invitación a mirar nuestros residuos con otros ojos. Porque reciclar también puede ser un acto de diseño.

Fotografías | Vía @changhandmade

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