No lo sabía, pero si reutilizamos un bote de Nesquik y la manga de un jersey viejo podemos hacer este práctico organizador

A veces, tiramos cosas que pueden sernos útiles a largo plazo. Por ejemplo, los botes de Nescafé que convertimos en porta alimentos o las cajitas de Nivea convertidas en organizadores. Son productos que, cuando se acaban, no les buscamos más utilidad y lo cierto es que pueden darnos mucho más juego del que creemos.

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Otro clarísimo ejemplo son los botes de Nesquik. Esos recipientes de hojalata que guardan nuestro desayuno de todas las mañanas, cuando se acaban, también pueden darnos más utilidad. ¿Habías pensado en convertirlos en organizadores para la cocina, el cuarto de baño y hasta en un jarrón para las flores secas? ¡Te enseñamos cómo hacerlo!

Qué hace falta para preparar un organizador con un bote de Nesquik

Para poder desarrollar este proyecto DIY con un bote de Nesquik hace falta que tengas en casa estas herramientas.

• Bote de Nesquik o leche en polvo
• Tijeras
• Una manga de un jersey viejo o una sábana que no utilicemos
• Silicona caliente

Cómo hacer un organizador paso a paso

Vía @peri.azizov

Hay ideas que sorprenden por lo simples. Y otras, por lo bonitas. Pero de vez en cuando aparece una que reúne ambas cualidades: fácil, ingeniosa y con ese toque de calidez que hace que un rincón del hogar se vuelva más especial. ¿Lo último en conquistar a las amantes del reciclaje con estilo? Un humilde bote de Nesquik… y la manga de un jersey que ya no usamos.

Vía @peri.azizov

Y es que, la idea no puede ser más sencilla, todo lo que tenemos que hacer es eliminar la etiqueta del bote de Nesquik (o de cualquier otro base cilíndrico de hojalata como la leche en polvo, por ejemplo) y recortar una manga de un jersey viejo. Ese que ya no usas, pero cuya textura te sigue gustando.

Vía @peri.azizov

Después, desliza la tela sobre el bote hasta ajustarla bien. si lo prefieres, puedes pegarla con silicona caliente para que no se mueva, ¡Y listo! Ya tienes un nuevo objeto decorativo hecho con tus manos, sin gastar ni un euro.

Si no tienes jerséis que puedas sacrificar, puedes usar retales de tela, una sábana que ya no uses o incluso un mantel con estampado bonito. El resultado siempre tendrá ese aire acogedor y único que solo lo hecho a mano puede ofrecer.

Cómo usarlo y dónde ponerlo

Este organizador casero puede tener mil vidas:

• En la cocina, para guardar cucharones, espátulas o cápsulas de café.
• En el escritorio, como bote para bolígrafos o pinceles.
• En una cómoda, para peines, brochas o maquillaje.
• O simplemente como adorno, con flores secas o ramas de eucalipto, en ese rincón que pide algo especial.

Fotografías | Vía @peri.azizov

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