Cada vez me gusta más reutilizar. Una vez descubierto todo lo que se puede hacer para darle una segunda vida a materiales que tenemos por casa, es imposible parar de hacerlo. Lo vemos con los botes de Nescafé, con los rollos de papel higiénico y hasta con las sábanas y jerséis viejos que tenemos en casa. Todo tiene una segunda vida, ¡y mucho más práctica de lo que crees!
Ahora, es el turno de los botecitos de quitaesmalte. Sí, esos botes de alcohol que eliminan el color de la laca de uñas también pueden quedarse con nosotros como parte de la decoración. ¡Y quedan perfectos! Asique si ya tienes uno casi acabado o a punto de acabar en la basura... mira esto, te gustará.
Qué hace falta para preparar un jarrón con un bote de quitaesmalte
Para poder desarrollar este proyecto DIY con un bote de quitaesmalte hace falta que tengas en casa estas herramientas.
- Bote de quitaesmalte
- Pintura a la tiza de cualquier color
- Esponja o brocha
- Cordón de fibra natural
- Flores artificiales
Cómo hacer un jarrón decorativo paso a paso
¿Quién diría que un envase tan pequeño y anodino como un bote de quitaesmalte puede convertirse en un detalle con alma? Todo comienza con un gesto simple: limpiar bien el recipiente vacío y retirar cualquier etiqueta o resto del producto anterior. A partir de ahí, lo que antes era un residuo pasa a ser el lienzo perfecto para un proyecto de decoración único y hecho a mano.
El primer paso en esta transformación consiste en aplicar pintura a la tiza, ese acabado mágico que ha conquistado los interiores rústicos, nórdicos y shabby chic. Esta pintura ofrece una textura suave, empolvada y con carácter, capaz de adherirse fácilmente a superficies complicadas sin necesidad de imprimación.
Se recomienda aplicar dos capas finas con una brocha suave o con una esponja a toquecitos, dejando secar entre cada una. El resultado es un bote con aspecto cerámico, delicado y completamente irreconocible.
Una vez pintado, el siguiente paso es forrar la parte de la boquilla con cordón de yute, rafia o cuerda de algodón, envolviéndolo con cuidado y fijándolo con cola caliente o un adhesivo resistente. Este pequeño detalle no solo oculta el cuello del bote, sino que aporta un aire rústico, cálido y hecho a mano que lo convierte en una pieza decorativa con mucho encanto.
El contraste entre la textura suave de la pintura y la rusticidad del cordón añade dimensión y carácter, elevando el resultado final, al que solo le falta poner unas flores artificiales elegidas con mimo. Al no necesitar agua, son ideales para este tipo de composiciones.
Cómo usarlo y dónde ponerlo
@craftscm ¡No los tires! ♻️ Te enseño una forma rápida y sencilla de convertir tus botes de quitaesmalte en una decoración para el hogar. Material: - Pintura efecto tiza - Esponja - Pistola de cola - Cuerda ¿Qué te parece esta idea? #reciclaje #decoracion #diy #homedecor
♬ Feather - Sped Up - Sabrina Carpenter
Lo que hace especial a este pequeño proyecto no es solo su resultado visual, sino la historia que lleva detrás: la transformación de un objeto cotidiano en una pieza decorativa cargada de intención. Un ejemplo perfecto del diseño emocional, que pone en valor la creatividad y la sostenibilidad.
Además, es una manera fantástica de añadir un detalle personal al recibidor, esa primera zona de la casa que nos recibe y que, a menudo, pasa desapercibida.
Fotografías | Vía @craftscm
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