Ya podéis empezar a llamarme aguafiestas pero es que esto de las paredes con pintura de pizarra se nos está yendo de las manos. Hasta ahora lo he ido dejando pasar porque eran ideas sueltas, algunas para pequeños trozos de pared en zonas muy concretas... Pero la cosa ha ido a más y cada día me encuentro con más y mas paredes e incluso techos pintados con pintura de pizarra con la intención de escribir sobre ellos con tiza.
Tal vez muchos de vosotros ya no recordáis vuestros tiempos de colegio o por aquel entonces no prestabais atención a como quedaba el suelo después de una mañana de clases porque no os tocaba limpiarlo a vosotros... El caso es que los que utilizamos tiza cada día para trabajar sabemos lo mucho que mancha, los problemas respiratorios que puede causar su polvo e incluso para muchos alergias en la piel. Que no digo yo que no quede bonito pintar algo con pizarra, soy la primera a la que le encanta, pero eso, algo... y pensando muy bien en donde, ¡no en cualquier lugar de la casa!

La reflexión surge a raíz de la primera imagen que coloqué en el resumen de la semana decorativa de este domingo, de un post de Virlova sobre cabeceros originales que me encantó. La imagen, que podéis ver sobre estas líneas, de un cabecero de pizarra es muy original y me encanta, pero solo desde el punto de vista de lo curioso y de lo decorativo, en cuanto a funcionalidad es algo que ni contemplo.

Una pizarra es para escribir y borrar, escribir y borrar y cada vez que escribes y sobre todo cada vez que borras cae un montón de tiza al suelo, a la bandeja que hayas colocado bajo la pizarra para recogerla y también se va al ambiente en general. Es por eso que no tiene sentido colocar una pared de pizarra junto a una cama, la tiza llegaría a la ropa de cama, a las almohadas... Sería una locura mantener aquello limpio y resultaría realmente incómodo.

Si queremos pintar una pared con pintura de pizarra en casa, para escribir sobre ella con tiza deberá ser en el salón, en el comedor o en la cocina y preferiblemente sin muebles adosados. Otra cosa es si solo vais a poner la pizarra y ya está y nadie va a jugar con las tizas... pero dudo que eso sea así. Resumiendo, la pared de pizarra debe estar en una zona en la que la tiza al caer manche lo menos posible y que además resulte fácil de limpiar, porque el suelo se va a ensuciar y mucho.
Que sí, que está muy cuqui la pared de pizarra y las tizas de colores para escribir en ella ecuaciones a lo loco, pero hay que pensar en el mantenimiento, en el día a día y en que la estancia en la que se coloque no se vuelva inhabitable... Así que pensad antes de pintar y elegid un buen sitio para vuestra pizarra casera, para que además de bonita resulte práctica y sobre todo para que no os amargue la existencia.
Fotos | Bruguer y Casa y Diseño
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martaperez1
Hola, hay unos rotuladores de tiza líquida que no manchan, no sueltan polvo y se pueden borrar perfectamente con un borrador especial, o directamente con una balleta húmeda, los hay de muchos colores. Yo tengo una pared pintada con pintura de pizarra y uso estos rotuladores, los venden en muchos sitios, busca "líquido chalk".
Solucionado tu problema ;)
(Yo también odio el polvo de la tiza)
ariasdelhoyo
Esto lo he pensado desde el minuto uno de ver esta moda de pintar con pizarra. Con lo incómodo que es el tacto del polvo de tiza, como para tenerlo por casa.
Otra cosa que no entiendo, es cuando algunos objetos, o algunas superficies, son tan complejas que sólo se me ocurre pensar ¿cómo leches le quito el polvo a esto?.
lectora-
Es que ni siquiera las pizarras "Vileda" con rotuladores son aptas para cualquier sitio.
Pensaba que era yo pq como no me gusta limpiar, pues eso. Cuando ayer vi la pizarra como cabecero ya ni segui leyendo, lo siento.
Hay que se cuidadosos hasta en las habitaciones de los niños. Ya no se si hay quer mas o menos permisivo con que los crios pinten donde les plazca pero mis hijos nunca y repito nunca pintaron en las paredes o puertas de casa. Tenian sus cuadernos, hojas sueltas, sobres abiertos, etc.etc.
Jugaban en el comedor y el pasillo de casa, llenaban todo de cacharrines, pero no les dió por ahí con manchar paredes.