Falta poco más de un mes para la noche de Halloween y cuando llegue el día probablemente varios niños vecinos pasarán por nuestra casa con el típico juego de truco o trato, reclamando sus golosinas. El caso es que me ha parecido divertido adornar para ellos la puerta de casa por fuera, y es que normalmente nos centramos en la decoración del interior pero no pensamos en decorar ya desde la entrada.
Supongo que hasta ahora tampoco me lo había planteado, porque las decoraciones de Halloween con las que me había encontrado para la puerta eran las clásicas coronas, que he de confesar que en general me horrorizan. Pero esta vez me he encontrado con un proyecto DIY original, divertido y que además nos puede salir muy barato.
La verdad es que en este caso se han utilizado un montón de cosas para la decoración, algunas de ellas especialmente compradas para Halloween. Están las macetas llenas de calabazas y con esas pequeñas lápidas... pero lo que a mi más me ha llamado la atención y más me interesa es la cara de la puerta y para ella necesitamos dos platos de plástico blancos, cartulina negra y cinta adhesiva blanca, además de las tiras de papel en blanco, negro y verde, que yo creo que habría elegido en blanco, negro y naranja.
Solo hay que cortar dos redondeles de cartulina negra, para colocarlos sobre los platos blancos formando los ojos y colocar todo en la puerta como veis en la primera foto. Se puede colocar así o de otra forma que a nosotros nos guste para conseguir el resultado tan divertido, como monstruoso, deseado.
Vía | Modern day Moms
En Decoesfera | Puertas abiertas: una casa decorada para Halloween a la que no le falta detalle