Antes y después: quitar el violeta de un baño

Antes y después: quitar el violeta de un baño
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Sabemos que os encantan los posts de “antes y después” porque os llenan de ideas para próximas reformas de vuestra casa. Hoy os traigo un baño que en el “antes” está pintado de violeta, uno de los colores que menos me gustan en decoración de paredes ya que suele acabar cansando a la persona que tiene que vivir entre esas cuatro paredes.

En la foto de antes de la reforma tenemos una buena base: ese mueble blanco donde va encastrado el lavabo y que conservan es un gran acierto, ya que oculta las tuberías y proporciona un espacio extra de almacenamiento. En la pared tenemos un par de espejos biselados sin marco, que no tienen mal aspecto pero que no acaban de convencerme porque dan la sensación de que estamos ante una casa “transitoria”, que en cualquier momento cambiará de decoración.


Baño lila después de la reforma

En la imagen del “después” vemos que sobre todo lo que se ha hecho ha sido afinar en los detalles. Observad cómo el fondo de la pared se ha pintado color crema y sobre ella un friso de madera blanca, que no sé cómo aguantará la humedad pero que a simple vista me ha enamorado. A juego con el friso de madera se ha colocado la moldura en la ventana que no teníamos en la primera fotografía.

Observad cómo se han incrustado los espejos en el friso, poniéndoles un marco y creando para mí un ambiente más elegante. Otro detalle que me ha encantado ha sido cómo han cambiado la cesta que teníamos al principio por varios botes de cristal que a mí me convencen más como elemento decorativo. Pasamos de una encimera desvencijada por algo más elegante, que se complementa con el jarrón que tenemos encima del inodoro (aunque esta posición no acaba de convencerme porque yo sería de las que lo tirarían en un descuido).

Por último, quería incidir en un detalle que no vemos en la foto del “antes”, el uso de los textiles en este espacio. Aquí yo tengo un pego, ya que, si bien la cortina de la ducha y las toallas (que entiendo que cambiarán durante la rutina higiénica de la familia) sí que me gustan un montón, la cortina de la ventana me parece que no pega ni con cola. Yo habría apostado por el mismo estampado que la cortina de ducha o algo en blanco y negro para no recargar con más colores.

En resumen, este “antes y después” es bastante sencillo si es que sabes instalar el friso de madera y tiene pinta de no salir muy caro, de hecho la dueña de la casa hizo la reforma ella sola según cuenta en su blog. Como os contaba al principio del post, a mí las paredes violetas me horrorizan y casi cualquier cambio sobre ese tono me parecería un acierto, pero he de reconocer que aquí lo han clavado. ¿Os gusta a vosotros cómo queda?

Imágenes vía | In my own style
En Decoesfera | Antes y después: el baño de Garibarus

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