Saldillo Becara 2009. La visita

Saldillo Becara 2009. La visita
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El saldillo Becara es un clásico dentro del circuito decorativo madrileño. Una cita que llega todos los años con los primeros calores, y que es una buena oportunidad para hacerse con alguna pieza importante a un precio más asequible, o sencillamente algunos pequeños detalles con los que completar muestro hogar.

Este año no hemos faltado a la convocatoria para poder contaros lo que hemos visto allí. Quien escribe lleva años visitando este saldillo y, aunque normalmente siempre he acudido a la inauguración, este año he dejado pasar un poco el tiempo, pudiendo comprobar que tras casi un mes de su apertura, el género no solo no escasea, sino que la compra se hace mucho más agradable y fácil.

Los primeros días que este mercadillo abre, suele recibir un aluvión de visitas. El aparcamiento se hace difícil y el paseo por el interior de esta enorme nave se convierte en un rosario de empujones en busca de la pieza ansiada. Pero esta mañana el ambiente era estupendo, pocas personas curioseando en orden y sin prisas, sin colas en la caja, pudiendo pasear sin problemas ni incomodidades por entre sus muebles y expositores.

Saldillo Becara

Lamentablemente, la política de la empresa no permite hacer fotografías del interior, por lo que solamente podremos comentar sobre lo que allí hemos visto. Nada más llegar al lugar, sin bajarnos del coche, ya podemos admirar una exposición de muebles de exterior y grandes maceteros, que reposan bajo varias jaimas al abrigo del extenso velo de enredadera que cubre la fachada.

Una vez en el interior una enorme nave diáfana nos acoge. Vemos muchos muebles en color blanco, tanto liso como de aspecto envejecido. Librerías, vajilleros, mesillas y sillas con muy buen aspecto, expuestos formando ambientes.

En este saldillo, conocer los precios anteriores a la rebaja es tarea imposible. Quienes gustan de sentir el deleite que da saber cuanto te has ahorrado al comprar un mueble u objeto, no podrán experimentar ese compulsivo placer, ya que solo figura el precio final. Eso sí, cada mueble tiene un cartel en el que se puede leer claramente tanto el precio como las medidas.

Saldillo Becara 2009

Os contaré lo que más ha llamado mi atención. Cerca de la entrada, un conjunto de comedor formado por sillas y sillones de estilo Luis XVI, a 180 y 290 euros respectivamente, reunidos al calor de una mesa de roble canadiense, cuyo precio es de 1120 euros.

Uno de los muebles que me gustaron especialmente, por su originalidad, fue una butaca cuyo diseño se parece al del famoso sillón Wassily de Marcel Breuer, pero en una versión más rústica que sustituye el tubo de hierro por madera tosca y la piel de asiento, brazos y respaldo, presenta un acabado deliberadamente ajado. A pesar de su aspecto un tanto frágil doy fe de su comodidad.

Aquí se pueden encontrar antigüedades, generalmente arcones, mesas, tapices y algún otro objeto. Un gran arcón antiguo, acabado en tonos verdosos tenía un precio de 520 euros.

Un bonito sillón-cama de forja blanca ofrecía un buen acomodo y una excelente decoración por 750 euros, rematado por una colchoneta rayada. Como novedad, este año vimos varios biombos tapizados en distintos colores, de los cuales fue imposible concretar el precio a simple vista. Los sofás tenían distintos precios, destacando la comodidad y el aspecto sólido; llamó nuestra atención un modelo azul de tres plazas por 1200 euros.

Para exterior destacamos una preciosa fuente de hierro con acabado en óxido que costaba 850 euros, junto a una mesa de pie de hierro y sobre de mármol por 380 euros. Un enorme banco de 213 cm de hierro y madera, 550 euros, era otra de las ofertas para jardín.

Localización y horarios

A lo largo del recorrido encontramos varios expositores en el centro, clasificados por colores, en los que se encuentran los pequeños complementos. Aquí vimos cucharillas de tapa en porcelana a tan solo un euro la unidad. Las vajillas se venden por piezas, pudiendo comprar platos desde 3 euros. De la misma manera, también hay algunas piezas de cristalería por unidades. Para terminar de poner la mesa, cuberterías con mango de plástico por 66 euros las 48 piezas. Varios adornos blancos de madera que remedan frutas, se podían obtener a partir de un 1,50 euros.

También encontramos marcos para fotos, a partir de 10 euros, y una colección de pantallas para lámparas de distintos tamaños en colores crudos, desde 15 euros. En textil, edredones en Toile de Jouy por 75 euros, manteles de lino desde 45 euros, y manteles indios estampados por 78 euros. Un tapiz antiguo del Rajastán, con unas medidas de 210 x 140 cm. tenía un precio de 1000 euros. También se pueden encontrar telas a partir de 8 euros, cojines y una pequeña selección de ropa, bolsos y collares.

Salimos sin comprar nada, este año estamos en crisis y tenemos la casa amueblada. Os preguntaréis si merece la pena acudir. Todo es relativo, pero si tenéis tiempo, coche, dinero, una casa por amueblar o simplemente ganas de curiosear, la respuesta es sí.

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