Después de tomar fuerzas tras la visita de la semana pasada, volvemos hoy con las pilas bien cargadas, para terminar de mostraros todo aquello que nos quedó por ver sobre el Mercadillo Hanbel-Madrid 2009.
Además de los grandes muebles, mesas, sofás, armarios, y chimeneas entre otros, también pude ver una selección de objetos muy atractiva. Pero donde la visita se convirtió en una auténtica delicia, fue en el jardín, un exterior preparado cuidadosamente como si de una escenografía se tratara.
En cuanto los pequeños detalles, se podían encontrar objetos de cristal, como unas licoreras de formas redondeadas, que se podían adquirir por solo 30 euros. Mejor precio tenían unas delicadas copas de cristal tallado que se vendían por unidades, cada una marcaba tres euros. En la misma sala se exponían diversas piezas que formaban una vajilla de tono informal en color crudo. Para terminar de poner la mesa tuvimos muy a mano una cubertería de 26 piezas nada convencional, que se podía adquirir por 60 euros.
Entre los artículos de textil, destacaban unas mullidas y abrigadas mantas de lana, edredones de algodón y cortinas de estampados de rayas en tonos naturales. Unos curiosos relojes llamaron mi atención. Llevaba tiempo buscando algo parecido para mí estudio, y por fin lo tenía ante mis ojos. Un mecanismo va pasando unas pequeñas hojas que forman los números; 25 euros me parecieron un precio justo para un objeto tan curioso.
En cuanto a objetos meramente decorativos, había una larga lista que iba desde los más pequeños, como unos pomos que imitaban cabezas de animales, hasta una enorme ala de avión cromada. Repartidos por la sala descansaban unos grandes bustos de madera que representaban una figura femenina. En una mesa compartían espacio gran número de lupas con unos cuantos fanales de cristal. Ambos artículos tenían un precio de 45 y 50 euros respectivamente.
Con mucho gusto y grandes ganas, pasamos al exterior, un momento que llevaba deseando desde el principio, ya que como os he comentado anteriormente, la puesta en escena de este espacio era un espectáculo digno de ser visto. En un jardín lleno de árboles y hiedra, cubierto de un refrescante color verde, se habían dispuesto varios ambientes en los que se exponían lámparas, muebles, fuentes… todo emitía una vibración mágica.
Colgadas de los árboles, las lámparas compartían espacio con jirones de tul. A plena luz del día y encendidas, resaltaban preciosas entre las hojas. Las que más me gustaron fueron unas luminarias en color caramelo que invadían con gusto la copa de uno de los árboles. Estas bajaban su precio de 148 a 75 euros. A estas les seguía de cerca una delicada lámpara de brazos blanca que emitía una delicada luz cálida, que se reflejaba en un espejo con marco de madera que nacía de entre la enredadera.
Un comedor se había instalado en un extremo del jardín. Sin faltar ni un solo detalle, el conjunto estaba formado por un aparador, una mesa y sus sillas en madera noble. Las botellas de vino dispuestas sobre la mesa invitaban a disfrutar del espejismo. Una gran fuente de hierro hacía sonar constantemente el agua, su precio se había diluido desde 1547 hasta los 590 euros. Cerca de la entrada se exponían rollos de ricos tejidos, rebajados en distintos precios según los modelos.
Jugando a las travesuras, junto a la entrada se exponía una curiosa escultura formada por distintos objetos a la venta en el rastrillo, coronados por una silla que jugaba al equilibrio sobre una consola dorada.
Y podría estar hablando hasta mañana o pasado, pues son muchos los detalles que se pueden ver en el Mercadillo Hanbel-Madrid 2009. Pero el tiempo y las palabras son finitos, si tenéis oportunidad, tiempo y pasáis por Madrid en las próximas fechas, os recomiendo una visita a este estupendo rastrillo; estoy segura de que os gustará tanto como me ha gustado a mí.
Más información | Hanbel
En Decoesfera | Mercadillo Hanbel-Madrid 2009. La visita (I)
Ver 1 comentarios