Después de la maravillosa exposición de la Fundación Museo Lázaro Galdiano, en coordinación con la que se expone en el Museo de la Alhambra, sobre las telas del periodo nazarí español, me he quedado tan impresionada, que he decidido darle un toque árabe a la entrada de hoy.
Lo más parecido que tenemos ahora, es el clásico diseño marroquí. En el Marruecos rural ubicado en el extremo norte de África, crisol de religiones y culturas que van desde la árabe, romana, española y africana, entre otros, el diseño interior se plasma en habitaciones con colores cálidos, ricas telas y texturas terrosas que se unen para crear una estética exótica y muy lujosa.
Las especias son una fuente de inspiración popular para el interiorísmo marroquí. Los colores deben ser ricos y brillantes, tanto como sus comidas exóticas. La influencia se deriva de las especias como la canela, el curry y la nuez moscada, que se traduce en rojos terrosos, naranjas y amarillos, acompañados por oro y plata que evocan una riqueza en su diseño.
Muchos de los patrones y texturas que aquí se encuentran, provienen de la mezcla de las culturas orientales y europeas. Terroso, con maderas añejas, paredes de yeso en bruto, los tapices largos y lujosos, colgando del techo al suelo, y las almohadones grandes y tintineantes que dan un encanto exótico de una cultura milenaria. Las telas deben ser brillantes y coloridas, resplandecientes, en los tonos más ricos. Las alfombras de fibras naturales para suavizar y proporcionar un contraste de los colores más brillantes.
Los mosaicos de azulejos (en concreto los de la época musulmana)y los muebles rústicos son señas de identidad de esta zona. Asimismo, la utilización de elementos naturales, el uso de cestas de mimbre y plantas exóticas para adornar una habitación, o el hueso de camello y marcos de metal son habituales en los objetos decorativos.
Muchas de las casas en Marruecos cuentan con diseños estructurales como columnas, puertas de hierro forjado y puertas con arcos. A menudo en el interior aparecen puertas de hierro forjado para separar o delimitar espacios son una gran idea.
¿Os gusta la decoración marroquí? No os perdáis la exposición "A la luz de la seda. Tejidos nazaríes en España", en el Museo de la Alhambra (Granada)y la Fundación Lázaro Galdiano (Madrid), merecen la pena.
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