Ya está bien de pensar en pequeño, por fin un post para todos aquellos que tenéis una casa grande… con lavandería. La lavandería es una habitación que no todos nos podemos permitir, pero una vez cuentas con un espacio libre en tu casa para dejar la colada, para planchar y para tener los electrodomésticos, verás como se hace imprescindible.
A la hora de organizar la lavandería, tienes que tener en cuenta qué uso le vas a dar: no es lo mismo llamar lavandería al sitio donde sólo vas a poner la lavadora (generalmente porque no da más de sí) a un sitio donde además puedas planchar. Es muy importante pensar en vertical porque la ropa es uno de esos objetos que se pueden apilar sin que haya consecuencias (ejemplo: los vasos NO deben apilarse). Una vez hechas estas aclaraciones previas, paso a los consejos propiamente dichos:
Mide el espacio del que dispones a la hora de elegir una lavadora (y una secadora, si es que la necesitas). Una solución que te puede ser útil la encontrarás en los electrodomésticos que realizan ambas funciones, aunque desde Decoesfera abogamos por secar la ropa al aire libre que siempre es más ecológico. Queridos lectores de tierras lluviosas: no tengáis esta afirmación en cuenta.
Hazte con, al menos, dos cestos para separar la ropa en blanca y de color. Una idea que os ayudaría con la clasificación de la ropa la podéis coger de esta idea que nos ha dado Pozzy:
Organiza un espacio para planchar. Ten en cuenta que necesitarás, además de un sitio donde poner la plancha (hay tablas de planchar de todos los tamaños en el mercado), otro lugar donde dejar la ropa que vayas planchando. Para estos casos, yo adoro el efecto que hacen los cestos de mimbre.
Llénalo todo de estanterías, aprovecha el espacio vertical que habrá sobre la lavadora para poner estanterías donde poner, además del suavizante y el detergente, la ropa que no te quepa en el armario o que tenga una alta frecuencia de lavado, como las toallas y sábanas.
Lo ideal sería tener una pila donde lavar a mano las prendas más delicadas para no tener que irte al cuarto de baño. Mis favoritos son los lavaderos antiguos, como las que usa mi abuela para lavar. Soy consciente de que esto no siempre es posible, pero resulta bastante práctico.
Un pequeño espacio de armario donde colgar perchas te evitará dificultades a la hora de planchar camisas o prendas que se arrugan con facilidad: podrás colgarlas mientras esperas a tener un rato para plancharlas.
Imagen vía | Desire to inspire
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