El dormitorio es tal vez la habitación de la casa en la que pasamos más tiempo, aunque este sea durmiendo. A mí me gusta que esta estancia sea cómoda y que se amolde, como el resto, a mis costumbres y lo cierto es que rara vez me voy a dormir sin leer antes, lo que me obliga a acondicionar la habitación para poder leer antes de dormir.
Lo más fácil que podéis hacer los que, como yo, disfrutéis leyendo en la cama es poner más almohadas. Leer sentado con los pies estirados es un placer, y no hacen falta batamantas como nos intenta hacer creer la sociedad. Un par de almohadas extra o una bien alta que nos sostenga la espalda sin dañar el cabecero puede ser suficiente. En mi caso, es lo que uso a falta de más espacio.
Para los que sí que tengáis hueco os recomiendo hacer un rincón de lectura a parte. Por un lado, conseguid un sillón cómodo, que puede ser tipo butaca o, si tenéis mucho espacio, un diván o un chaise longue serían lo más. Conseguid una manta extra que colocar cerca del sillón sobre todo en las noches de invierno cuando lo que más nos apetece es entrar en calor antes de meternos en la cama y poned un par de cojines por si es necesario acomodarse. Y para completar el rincón, yo pondría una alfombra suave por si queréis estar descalzos mientras leéis.
No descuidéis en ninguno de los dos casos la iluminación, imprescindible para una lectura cómoda. Podéis mejorar la lámpara de la mesilla o poner un punto de luz extra. Por supuesto, si el rincón de lectura no está donde la cama lo mejor es que pongáis una lámpara de pie que podáis dirigir a las páginas que estéis leyendo.
Por último, buscad un lugar donde apoyar los libros si os tenéis que levantar, como una mesa o una estantería donde dejar algunos libros que os guste tener cerca o donde desayunar si es que os gusta desayunar sin salir del dormitorio. ¿Vosotros tenéis rincón de lectura en el dormitorio?
Imagen | Alvhem En Decoesfera | Dos rincones de lectura, dos estilos