El frío ha llegado. De repente, y casi sin avisar tras estas temperaturas casi veraniegas que hemos tenido hasta hace nada. El frío se nota especialmente por las noches. Noches en las que ya hace falta arroparse con un buen edredón.
Y si todavía no tienes el tuyo, o si estás pensando en renovar tu ropa de cama, aquí te traemos unos consejos para que te hagas con el mejor edredón según el fabricante de productos de descanso Tediber.
Los materiales. Los edredones suelen estar rellenados de materiales naturales o sintéticos. Los rellenos naturales suelen fabricarse con mezclas de plumas y plumón, aunque también podemos encontrarlos de lana o de seda, aunque son mucho menos comunes de encontrar.
Estos rellenos son más ligeros, más blandos, y más cálidos. Además, sus propiedades de evacuación de la humedad son mejores que las de los edredones sintéticos. Eso sí, suelen ser ligeramente más caros, pero tienen una vida útil más larga, ya que pueden durar entre los 10 y 15 años.
Por otro lado, los rellenos sintéticos son fabricados a base de fibras de poliéster y, aunque son bastante más baratos, su vida útil también es más reducida, ya que suelen durar en torno a 5 años. Además, en la actualidad también encontramos en el mercado edredones realizados con ambos materiales para obtener todos los beneficios de ambos rellenos.
El gramaje. Gracias al gramaje nos podremos hacer a la idea del calor y del acolchado del edredón. Normalmente, oscila entre 175 y 500 g/m², y la elección dependerá de la temperatura de tu habitación.
Por un lado, los edredones ligeros (entre 175 y 250 g/m²) son perfectos para temperaturas entre 18 y 22º. Los edredones medios (entre 300 y 350 g/m²) son ideales para temperaturas que oscilan entre 15 y 18º. Y los edredones cálidos (entre 400 y 500 g/m²) están recomendados para habitaciones con una temperatura menor a 15º.
Además, también existen edredones para todas las estaciones que, en realidad, son dos edredones unidos por corchetes: uno fino para el verano y uno medio para épocas más frías.
La funda. Este elemento es fundamental a la hora de elegir un edredón, ya que además de su parte estética, tiene la función de impedir que el plumón o las fibras salgan del nórdico. Una funda de algodón permitirá la adecuada transpiración del edredón y, por consecuencia, no retendrá la humedad. Si elegiste un relleno natural, una funda de algodón percal será la mejor opción.
El pespunte. Normalmente, al pespunte casi nadie le da importancia. Pero también es otro detalle clave, ya que el pespunte impide que el calor se disipe. En el caso de un nórdico con relleno natural, el pespunte en forma de cuadros parcelados será la mejor opción ya que proporcionará una repartición uniforme del relleno en la funda nórdica. En cambio, para los edredones sintéticos, lo mejor será un pespunte capitoné, ya que mejorará el aislamiento térmico y el acolchado del nórdico.
Medidas. Esta es otra de esas preguntas que se hace casi todo el mundo a la hora de comprar ropa de cama ¿Vadrá esta medida para la cama? Para elegir el edredón, lo mejor es que dispongamos de un margen de 30 a 50 centímetros a cada lado de la cama. Como ejemplo, si tenemos un colchón de 150 nos hará falta un nórdico de 240 x 22 cm.
Más información | Tediber
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