Hoy es el día mundial del sueño. Y lamentablemente, cada día dormimos peor. Una evidencia que podemos ver en nuestro día a día, acostándonos cada vez más tarde, madrugando, y con un sueño de poca calidad.
En estos momentos, el sueño ha quedado fuera de la ecuación del bienestar. El promedio mundial de horas de sueño ha bajado de 8 a 6 en los últimos años, y de alguna manera, todos hemos aceptado que es el precio que teníamos que pagar para llegar a todo lo que queremos hacer a lo largo del día.
Para intentar compensar esa pérdida de horas de sueño, Ikea ha llegado a un acuerdo marco con la Sociedad Española de Sueño para divulgar la importancia que tiene el descanso en nuestra salud y bienestar, y conseguir
que los españoles duerman mejor.
Mediante este acuerdo, Ikea quiere unir el conocimiento que tiene sobre la vida en el hogar con el de la SES sobre los problemas más comunes entre los españoles a la hora de conciliar y disfrutar de un sueño adecuado y reparador.
Y entre las estrategias que están poniendo en marcha, desde una: la creación de la “habitación del sueño”, una habitación con unos parámetros concretos que sirva de modelo e inspiración para ayudarnos a descansar mejor.
En esta habitación, una realidad que puede verse en todas las tiendas Ikea de España, se ahonda en aspectos clave como la temperatura, luz y ruido, unidos a otros adicionales como la propia cama, los materiales, el entorno decorativo o el uso del espacio.
La habitación, clave para un sueño reparador
La relación entre el espacio en el que dormimos y la calidad de nuestro sueño es fundamental, en palabras de la SES, ya que la habitación y el ambiente son los responsables en buena medida de la duración y estructura del sueño, y cuanto más escaso e irregular sea este, mayor riesgo de desarrollar problemas para dormir bien.
Siguiendo las evidencias científicas y las recomendaciones de la Sociedad Española del Sueño una habitación ideal para el descanso debe contemplar determinados aspectos relacionados con la temperatura, luz, ruido y materiales.
Temperatura y sueño
Está claro que hay una relación directa entre la temperatura y el tener un sueño reparador. Según los expertos, la temperatura de la habitación debe estar entre los 18 y los 21º.
Además, teniendo en cuenta que durante la fase REM del sueño, la más sensible, nuestro cuerpo tiene mayor dificultad para la termorregulación, es importante usar tejidos que la favorezcan.
El dormitorio, sin dispositivos electrónicos
Al igual que la iluminación es básica a la hora de desarrollar un proyecto de interiorismo, la luz también es clave para dormir mejor. En este sentido, la luz que emiten los dispositivos electrónicos tiene consecuencias como el retraso en la secreción de melatonina, en el aumento de la alerta o retraso en el inicio del sueño.
Por eso, el dormitorio ha de ser un espacio libre de dispositivos electrónicos, que no se deben usar antes de dormir. Dormir con la luz encendida o en dormitorios con contaminación lumínica produce un sueño más superficial, mayor número de estados de vigilia y alteración de las ondas cerebrales responsables del sueño profundo. La intensidad de la luz en la habitación a la hora de acostarnos no debe superar los 75 luxes. Un sistema de iluminación inteligente para regular la intensidad de la luz es perfecto para conciliar bien el sueño.
La habitación, sin ruido
El ruido ambiental es uno de los principales responsables de la interrupción del sueño, ya que impide alcanzar un sueño profundo en la fase REM o provocar situaciones de insomnio.
La recomendación de la OMS establece 30 decibelios como nivel máximo de ruido durante la noche. Y el uso de técnicas de aislamiento acústico es muy útil para controlar el ruido en el dormitorio.
La habitación, contra más bonita, mejor
Para dormir bien hace falta tener una habitación bonita y ordenada. Por eso, la habitación ha de estar concebida para el sueño, con una atmósfera relajante gracias al mobiliario y a la utilización de tonalidades neutras o pastel para favorecer la paz y el descanso.
También hay que tener en cuenta que el desorden de objetos en la habitación como ropa, libros, revistas, ordenadores... no permite que la mente se “desactive”. Es importante mantener el espacio ordenado con sistemas de almacenaje en los que guardar los objetos cuando ya no los utilizamos.
Cama, materiales y sueño
¿Sabías que la cama es el lugar en el que pasamos una tercera parte de nuestra vida? Con este dato, nos podemos hacer a la idea de lo importante que es encontrar un colchón, una almohada y una ropa de cama que favorezcan el sueño. De hecho, los estudios señalan que un 7% de los problemas de sueño son provocados por un colchón incómodo.
Un colchón ergonómico de dureza media y una almohada bien elegida mejoran la calidad del sueño y facilitan un sueño reparador.
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