De la noche a la mañana, uno puede empezar a percibir signos de que su ropa y sus enseres están siendo víctimas de la acción de las polillas, unos pequeños insectos en forma de desagradables mariposas que ondan por los hogares y se alimentan de todo lo que tenemos en ellos.
Aunque existen muchos tipos de polillas, la gran parte de estos insectos son nocturnos y no generan ningún tipo de inconveniente a las personas, más allá de el hecho de alimentarse de la ropa.
Para detectar la presencia de estos pequeños animales en casa, que no se sienten atraídos por la luz, hay que armarse de paciencia y de grandes dosis de atención, pues estos insectos tienden a ocultarse donde no hay luz en el interior de los armarios o donde se guarda la ropa. Además, estas vuelan escasamente y son difíciles de notar.
Un signo que si es evidente son los daños en la ropa con pequeños surcos e incluso agujeros en el caso de infestaciones más fuertes. También va en contra el hecho de que son insectos con una gran capacidad reproductiva, por lo que lo ponen más difícil a la hora de eliminarlas.
Deshacer y limpiar
Pues bien, a la hora de erradicar estos insectos, el mejor consejo es deshacer todo el armario, extrayendo toda la ropa y limpiando a fondo este mueble para acabar con cualquier larva que esté en su perímetro. Es importante llegar a las esquinas y los bordes del armario para no dejar ningún rincón sin higienizar.
Será suficiente con pasar un paño con agua y jabón para llevarse por delante cualquier resto de larvas presentes en su superficie. Después habrá que secar la zona para que quede sin humedad.
En cuanto a la ropa, será importante lavarla toda la mayor temperatura posible y y encargarse de que la prendas que no puedan meterse en este electrodoméstico pasen por la tintorería en seco.
Textil del hogar
Aunque vamos de cara al verano otro truco para eliminar las polillas es revisar especialmente las alfombras y las cortinas del hogar, ya que en estas también pueden esconderse huevos de estos insectos. Si en el hogar hay moqueta, también hay que higienizarla a conciencia para terminar con los huevos.
Asimismo, hay que seguir una serie de pautas para prevenir que las polillas se acerquen a nuestro armario, si no lo han hecho ya, y es intentar guardar la ropa lo más limpia posible, ya que las polillas se sienten atraídas por los restos de comida y el sudor en la ropa.
Aunque aunque parezca complicado el armario, hay que mantenerlo ventilado para dejar escapar el calor, y la humedad que llaman también la atención de estos insectos. La ropa, sobre todo, la de lana, que no se vaya a usar durante un tiempo, es importante almacenarla en bolsas de plástico, para evitar que las polillas se introduzcan en sus tejidos.
Remedios caseros
Uno de los trucos más extendidos es el uso de la lavanda en saquitos, porque su aroma repele a las polillas y permitirá ser un repelente natural de estos insectos.
De estas hierbas aromáticas, también se pueden preparar un repelente natural a base de aceite esencial de lavanda y agua, y con este pulverizar ligeramente la ropa y superficies como las alfombras y las cortinas.
Asimismo, otra solución es preparar unos saquitos con cáscaras de naranja y clavos de olor secos, que tampoco gustarán a las polillas.
Foto | Freepik, Jonny Lew/Pexels y Mareefe/Pexels.
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