La idea de utilizar como cabecero unos cojines que cuelgan de una barra de cortina no es precisamente nueva, pero siempre resulta bien: es sencillo de hacer, barato y fácil de cambiar cuando te canses. Tienes además tantas posibilidades de personalizarlo que seguro que encuentras el que se más adapta a tu estilo y a tu casa. La barra puede ser de acero para un ambiente moderno, de madera pintada, teñida o barnizada en diferentes tonos para uno más clásico o de forja para un estilo rústico. No tendrás ninguna dificultad en encontrar muchos modelos diferentes de barras, soportes y terminales para elegir.
Los cojines puedes comprarlos ya hechos, como estos de la imagen de La Redoute - disponibles en cuatro colores - o adaptar alguno que te guste cosiéndole unas trabillas para colgarlo, incluso, si eres más manitas puedes hacerlos tú mismo por ejemplo a juego con las cortinas. Pero no solamente se pueden colgar cojines de la barra, hay otras posibilidades.
También puedes colgar una alfombra, una colcha antigua o un tapiz como vemos en esta fotografía de Martha Stewart. En realidad puedes utilizar cualquier tela que te guste, la de esa cortina tan bonita que ya no usas o un retal que te compres en las rebajas. Cuando te apetezca cambiar la decoración sólo tendrás que quitarla y colgar otra nueva.
La idea también se puede adaptar para un cuarto infantil o juvenil. Como este rojo con bolsillos para guardar los tesoros. Resulta además muy higiénico porque se puede retirar fácilmente para lavarlo. Y fácil de copiar: dos trozos iguales de la tela que te guste y entremedias las trabillas y una capa de guata para que quede acolchado. ¿Difícil? Bueno, ya sabes que puedes poner cualquier otra cosa, ... quizá una mantita de juegos.
Imágenes vía | La Redoute, Martha Stewart