Hasta hace poco yo pensaba que los arcoíris eran algo ñoños y prefería no usarlos en decoración para no acabar con un ambiente recargado por el exceso de color. Sin embargo, el post que hizo Minue sobre las escaleras de caracol y la imagen que tenéis sobre estas líneas han hecho que me replantee mi opinión inicial.
En el dormitorio que veis podéis observar cómo han usado un arcoíris como cabecero de la cama, que tiene pinta de ser un futón. Al combiarlo con las sábanas blancas, ha quedado muy original y nos da una idea de cómo deben ser los dormitorios infantiles. Además han jugado con la decoración pintando ojos en las almohadas y han puesto una camiseta rosa a modo de lengua.
Usemos la decoración para jugar o no, lo cierto es que este cabecero queda muy bien porque los dueños de este cuarto no han intentado llenarlo de color y dejan todo el protagonismo al arcoíris. Si hubieran puesto más tonos tal vez acabaría cansando a la vista el dormitorio, pero tal y como está yo lo veo perfecto.
Vía | Swissmiss
En Decoesfera | Una buena idea: una escalera arcoíris
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