Si estamos hoy donde estamos, (a pesar de lo que nos queda), es gracias a las que se abrieron camino en un mundo de hombres. Porque aunque decoradores ha habido siempre (hay constancia de ello desde le época romana), la profesión siempre iba ligada a otros oficios como arquitectos, pintores, ebanistas etc...y, era un sector exclusivamente masculino.
Las primeras mujeres que trabajaron como diseñadoras de interiores y que desarrollaron la profesión tal y como la conocemos hoy fueron las estadounidenses en el s.XIX y el honor de ser la primera decoradora se atribuye a Candance Wheeler, nacida en Delhi, Nueva York en 1.827.
De hecho Candance, reconocida decoradora y diseñadora textil, fue la primera mujer en contar con un estudio en el que trabajaban para ella distintos gremios como pintores, electricistas, arquitectos, lo que suponía una auténtica novedad.
Su carrera comenzó tarde, después de criar cuatro hijos fruto de un temprano y feliz matrimonio con Thomas Wheeler, un empresario con un importante círculo de amistades vinculadas al mundo del arte. Candance participaba también del círculo de amistades de su marido y este contacto con las artes la animó comenzar un negocio de decoración.
Su marido le apoyó en esta decisión -"Dice que me mantiene ocupada y me compensa por no votar" escribió Wheeler, que también participaba activamente en el movimiento por los derechos de las mujeres.
Mujer comprometida, en 1877 inspirada en el Arts&Crafts inglés y con el objetivo de dar salida profesional a mucha mujeres empobrecidas tras la guerra civil que se habían quedado viudas o huérfanas y, por tanto, sin sustento familiar, creó la Fundación de Artes Decorativas en donde estas mujeres elaboraban todo lo relacionado con el diseño de interiores: papeles pintados, telas, encajes u objetos decorativos.
En el 79, funda con Louis Comfort Tiffany la empresa de diseño de interiores Tiffanys & Wheeler, (hoy la conocidaa Tiffany´s & Co), en donde se encargaron de numerosos proyectos de decoración, algunos tan relevantes como la Casa Blanca, la casa de Mark Twain o el Teatro Madison Square.
Posteriormente abandono la empresa para enfocarse en el diseño de textiles, donde sus diseños fueron muy reconocidos.
Su carrera fue larga y a la edad de 66 años recibió uno de los encargos más relevantes de su carrera. Ella fue la encargada de la decoración del Pabellón de la mujer en la Exposición Universal de Chicago de 1893.
A Candance se le reconoce por su estilo neocolonial típicamente norteamericano con mucha influencia del Arts&Crafs inglés y con algunos toques orientales en sus interiores, muy de moda en esos tiempos. Además, en su larga vida (murió con 96 años), dejó un legado escrito muy grande en forma de artículos y libros con consejos prácticos para la decoración del hogar.
Ella abrió un camino que siguieron, unas décadas más tarde, otras decoradoras mucho más reconocidas como Elsie de Wolfe, Dorothy Draper, Rose Cumming o Frances Elkins que fueron las encargadas de crear un estilo propio al que vincular los interiores de las grandes fortunas americanas que florecían en una muy próspera y adelantada norteamericana.
Desde aquí nuestro pequeño homenaje a una pionera en su campo de trayectoria inspiradora.
Imagen de portada del libro "Principles Of Home Decoration With Practical Examples" de Candance
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