Hace ya unos años, os enseñamos un vídeo de cómo era vivir en los nueve metros cuadrados de un mini apartamento neoyorquino. Aquello era curioso, pero muy agobiante y poco estético. Sin embargo, los chicos de Kitoko Studio han conseguido demostrar que se puede vivir en ocho metros cuadrados sin perder el estilo.
Su encargo era transformar un típico dormitorio del servicio parisino (pequeñas habitaciones ubicadas en los últimos pisos de las fincas) en un lugar agradable en el que acomodar a su au pair, y que tuviera un espacio independiente, cómodo y versátil en el que descansar.
Para lograrlo, diseñaron un armario funcional a lo largo de toda la estancia, como el de este otro apartamento aprovechado al máximo, que aloja y esconde todo tipo de funciones, tal como se puede ver en el vídeo y las imágenes:
Una cama individual en la parte superior para aprovechar el espacio, escondida tras unas puertas deslizantes que se pueden cerrar desde dentro si eres alérgico a la luz del sol y te encantan los espacios pequeños.
Una estantería-escalera que se desliza desde el interior del armario para hacer las veces de escalera para subir a la cama.
Una pequeña mesa con dos taburetes que se puede sacar completamente del armario y ubicarla en el centro de la estancia.
Un perchero deslizante con bastante sitio para colgar ropa y algunas lejas también. Así como otro armario sobre la mesa para los objetos más cotidianos.
Una pequeña librería aprovechando el hueco del termo eléctrico.
Un baño completo con ducha, lavabo e inodoro, cuya puerta se esconde al final del gran armario, y que goza de iluminación natural gracias a una pequeña ventana vertical.
Además, junto a la ventana encontramos una pequeña cocina con una nevera, un fregadero escondido para poder tener más zona de trabajo y hasta un pequeño armario en el lateral con un microondas, espacio de almacenaje y una cocinilla eléctrica.
Desde luego, no es el espacio más amplio del mundo, y si alguien quisiera vivir allí tendría que adoptar una forma de vida minimalista, con pocas cosas, y sin muchos amigos a los que invitar a casa.
Pero para lo que está diseñado, alojar a una persona que desarrolla la mayor parte de su actividad en otra parte (la casa de los niños que debe cuidar) me parece un acercamiento muy interesante, ya que es un espacio agradable, ordenado y con estilo, demostrando que se puede vivir en ocho metros cuadrados sin perder el estilo.
Vía | Designboom
Imágenes | Fabienne Delafraye
Más información | Kitoko Studio
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