Si has viajado a Cataluña o tienes la suerte de pertenecer a esta tierra, sabrás que en cuanto a decoración, lo más llamativo y vistoso son los azulejos que se utilizaban para adornar tanto los interiores como los exteriores de los edificios y se convirtieron en un elemento decorativo clave.
Ideales tanto para la decoración arquitectónica como sobre objetos decorativos, la tradición de este tipo de azulejos tiene una larga historia en la cultura de la región y sus complejos patrones geométricos simbolizan piezas de interés decorativo en el resto de la península.
Estos diseño, a menudo repetitivos conforman parte de nuestra cultura, el pasado islámico del país y un especial brillo característico que hace que los queramos trasladar a casas con una línea algo más campestre y tradicional. Y lo cierto es que aunque los azulejos catalanes tienen su origen en esta tierra, gracias a revestimientos como este de Bauhaus podemos llevarlos al norte de Galicia, a Castilla y León y hasta en las casas del centro peninsular.
Un revestimiento decorativo para suelos y paredes
Se trata de un revestimiento laminado vinílico con un diseño en formas geométricas y colores pastel que ofrece un acabado muy realista y similar al que vemos en los patios y suelos de Barcelona. Es muy fácil de instalar, sin obras ni herramientas profesionales e ideal para darle un toque de estilo muy personal a casas de alquiler.
Fuerte y de larga adherencia, este revestimiento decorativo es totalmente resistente al agua, por lo que no habrá problema de instalarlo en paredes con tendencia a la humedad o suelos de exterior que pueden deteriorarse con las lluvias, el aire y el pasos del tiempo. Su precio es de 90,69 euros en Bauhaus.
Imágenes | Unsplash | Bauhaus
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