Lo habitual es que la cocina se instale en una vivienda al finalizar la obra y quede casi inamovible, los muebles ocupan el espacio de pared a pared, se encajan entre si y los electrodomésticos suelen ir encastrados, sin embargo eso no sucede con otras estancias de la casa en las que los muebles se pueden cambiar de posición fácilmente.
En realidad en la cocina eso también sería posible si optásemos por otro tipo de mobiliario, cómo por ejemplo el de esta cocina de Kilian Schindler para Naber, se trata de una cocina formada por dos módulos independientes, que se pueden mover con relativa facilidad, solo con la restricción de la necesidad de una toma de agua para el fregadero.
Los dos módulos en cuestión son el de fregar y el de cocinar propiamente dicho, cómo podemos ver en las imágenes. Yo echo de menos algún espacio de almacenaje cerrado y que no quede a la vista, aunque la idea de las cajas en los estantes no es una mala solución, yo prefiero alguna alacena, si bien es cierto que se puede comprar un armario vertical a mayores, al igual que una nevera.
La cocina me parece muy original, divertida para pisos juveniles, una buena solución para gente que tiene un piso de forma provisional o en alquiler, porque así podrá llevársela cuando cambie de vivienda, en resumen, que aunque obviamente hay otras cocinas mejores tanto a nivel funcional cómo de diseño, esta tiene sus ventajas.
Vía | Dezeen En Decoesfera | Cocinas por módulos a la carta
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