El escaso espacio que plantean las cocinas pequeñas es, sin duda, un impedimento para que sea cómodo cocinar en ellas y desplegar todas las recetas que uno desea realmente.
Estos pequeños rincones suelen tener sus armarios abarrotados y sus funciones extenuadas, pues cualquier superficie puede ser una versátil zona de elaboración y un espacio para poner la bandeja del horno ardiendo (si es que se dispone de este).
Una de las mejores soluciones es integrarla directamente en el salón al estilo de una cocina americana, donde esta solamente sea el remate de una de las paredes del salón.
No encerrarla en sí misma reportará grandes beneficios a la hora de ofrecer amplios espacios.
Además, el uso de espacios completamente blancos permitirá dibujar líneas de continuidad que darán mucha iluminación al conjunto, sin ejecutar cortes que, de otro modo serían algo encotillantes.
Fuera tabiques
Lo ideal en este tipo de estancias es derribar tabiques y abrirlas al máximo a los espacios colindantes, normalmente el salón o el comedor.
Mejor que una caja de cerillas es contar con una estancia conectada con las demás, donde sus espacios se conviertan en pasillos y zonas de trabajo gracias a la ampliación que supone abrirlos a habitaciones adyacentes.
Cerramientos con cristales
Los cerramientos con cristales y ventanas harán que la luz colme estos espacios y que los llene de presencia, deshaciendo los muros que las encotillan.
Cualquier tipo de cerramiento: ya sea industrial, de mampara o con estructuras diferentes para que el vidrio aporte también elementos decorativos, permitirá una entrada de luz y una amplitud en los espacios.
Según sea la capacidad y dimensiones de cada cocina será una buena idea, para quienes no quieren una cocina americana, dejar que fluya la comunicación entre ambos espacios de la mano de este material.
Cocina escondida
Otra opción para aprovechar al máximo el espacio de una pequeña cocina y multiplicarlo es esconder detrás de paneles sus diferentes muebles.
Esto encajará perfectamente con cualquier salón siempre que se adecúe a su interiorismo. La clave está en la elección de los colores.
Foto | Max Vakhtbovycn/Pexels y Anna Tarazevich/Pexels.
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