¿Qué tipo de cocina consume menos: vitrocerámica, gas o inducción?

Si estáis pensando en cambiar de casa o reformar la cocina en 2023, seguramente os habréis preguntado qué tipo de cocina elegir. Vitrocerámica es lo más habitual, pero hay tendencia en la vuelta a las cocinas de gas de toda la vida ahora con diseños muy mejorados y está la opción de las cocinas de inducción que también se han ido abriendo paso en los últimos años. Todas tienen pros y contras y, pesa mucho en la elección mantener el tipo de cocina al que estemos acostumbrados, pero podemos hacer un análisis bastante objetivo de consumos porque saber cuáles son las cocinas que más y menos consumen nos puede ayudar a tomar la decisión.

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Vitrocerámica

Si bien es la de uso más extendido a día de hoy en las casas en España, la cocina vitrocerámica es de los tres tipos la que más consume. Es la más popular porque llegó a nuestras cocinas antes que la de inducción, se puede utilizar con casi todo tipo de ollas y sartenes (la de inducción necesita recipientes específicos) y su instalación es más barata. Además, al igual que sucede con la cocina de inducción es más segura y fácil de limpiar que la de gas.

Gas

La cocina de gas era la que antiguamente todos utilizábamos y que sigue siendo la que se mantiene en algunas casas y sobre todo en la mayoría de restaurantes. Sigue siendo la más popular en países en los que la electricidad es desmesuradamente cara en comparación con el gas, muchos en el continente americano. Es rápida y es la única que sigue cocinando con fuego lo que aporta un sabor especial a determinados platos que no se consigue con las cocinas eléctricas, de ahí que siga siendo la elegida por muchos profesionales. Su consumo no es elevado gracias a la rapidez, pero no se puede establecer una comparación general directa con las cocinas eléctricas, porque no en todos los países la relación de los precios de electricidad y gas es igual.

Inducción

Es por tanto la cocina de inducción la mejor de las tres en términos de seguridad, mantenimiento y consumo, la que menos consume, si bien suele ser la que supone un coste más elevado en instalación, por su propio precio y porque además nos obliga a comprar ollas y sartenes específicas adecuadas para la transmisión del calor generado mediante el proceso de inducción magnética.

Conocer los pros y los contras de cada tipo y evaluar las necesidades de cada vivienda es lo mejor para tomar la decisión más adecuada en cada caso. Dependiendo de cuánto vayamos a cocinar, de quién vaya a usar la cocina e incluso de dónde la vayamos a instalar, en una estancia independiente o una zona abierta al salón, nos puede interesar más un tipo u otro, aunque haya ciertas diferencias en el consumo.