En mi opinión el color mint ha vuelto a nuestras vidas para quedarse, digo que ha vuelto porque yo recuerdo que cuando era pequeña en la casa de mi aldea había un aparador en ese color que hace varias décadas fue tendencia de vanguardia. Este tono tan adorable cayó algunos años en el olvido, pero ahora ha regresado con más fuerza que nunca, al menos yo no pienso volver a renunciar a él.
Con esto no quiero decir que pintéis toda la casa o todos los muebles con ese tono, pero sí que lo incorporéis en los pequeños detalles si queréis lograr un resultado encantador. Como ejemplo os muestro esta cocina en la que el mint se ha introducido a través de la lámpara y otros detalles, accesorios y utensilios, algunos de lo más sutiles y discretos.
En realidad en esta casa no solo es la cocina, es todo el conjunto que está decorado en una combinación de blanco y colores neutros, en especial diversos tonos de madera natural y que se completa con esos detalles en mint tan maravillosos que se van descubriendo en cada rincón. Algún pequeño mueble auxiliar lacado, el marco de un espejo, la lámpara...
Pero aún hay detalles más difíciles de encontrar como el batidor de varillas que podéis ver en la foto sobre estas líneas y obviamente la cafetera de estilo retro, o incluso tal vez antigüedad restaurada... Yo claramente lo quiero todo, el color me encanta y su combinación con el estilo vintage resulta ideal.
Así que ya sabéis, si a vosotros os gusta el mint tanto como a mi, podéis empezar por algo tan sencillo como un marco o un pequeño utensilio de cocina e ir incorporando otros complementos poco a poco.
Vía | Desire to inspire
Más información | SVK Interior Design
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