Esta cocina viejuna y anticuada necesitaba una actualización urgente para darle un nuevo aire y modernizarla. De eso, no hay duda. Y Luke y Hayley Blythe, los propietarios de la casa de esta cocina, pensaron lo mismo.
Y decidieron lanzarse a renovarla, para crear un espacio acogedor y lleno de luz, con una decoración cuidada y con mucha personalidad. Para hacer la reforma, se fijaron un presupuesto máximo de 3.000 euros.
Una cocina reformada por ellos mismos
Casi toda la reforma de la cocina la hizo la pareja propietaria, ya que Luke es un manitas. Las paredes fueron pintadas en un blanco brillante, mientras que las puertas de los armarios las pintó en un beige cálido. También cambió los herrajes de los armarios para actualizarlos.
También se renovó la iluminación con accesorios más contemporáneos aunque de inspiración vintage, y también puso una cortina para ocultar el refrigerador, además de una barra decorativa para colgar, y estantes abiertos para dar más amplitud y mostrar artículos decorativos o frascos de almacenamiento.
Las nuevas encimeras de la cocina son más brillantes y luminosas que las anteriores, con un laminado de mármol. Y en el salpicadero de la cocina desaparecieron los azulejos con flores que había para dar paso a azulejos en blanco, un clásico atemporal.
En la cocina también destaca una pared de ladrillo visto que es el resultado de un accidente. Mientras Luke instalaba una estantería, se cayó el yeso. Y la pareja decidió dejar a la vista el ladrillo que salió en dicha pared.
Fotografías | @bricks.and.ivory
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