El impresionante cambio de esta pequeña cocina que demuestra que el tamaño no es incompatible con el color

El impresionante cambio de esta pequeña cocina que demuestra que el tamaño no es incompatible con el color

Después de su reforma esta cocina ha ganado en confort, funcionalidad y, sin duda, en belleza

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La sorprendente transformación de esta cocina se debe, una vez más, a Ana Lorenzana de Decoryver.

Aunque la interiorista está especializa en hacer reformas sin obras cubriendo paramentos y, por tanto, sin generar escombros ni polvo, esta cocina sí ha sufrido una reforma con cambio de muebles, electrométricos y acabados. Incluso se ha movido de sitio el lavabo al otro lado la cercana esquina en la que se ubicaba, lo que requiere la intervención de un fontanero.

Sin duda, este gesto ha merecido la pena porque gracias a ello se ha mejorado sustancialmente la ergonomía de la cocina que cumple ahora con el famoso triángulo de trabajo correspondiente al lavabo, placa y frigorífico.

Pero más allá de la funcionalidad el gran cambio ha consistido en la elección de un nuevo mobiliario en el que se ha apostado por un color intenso y por los brillos dorados, demostrando que las cocinas pequeñas merecen la pena arriesgar y salir del ¿aburrido? blanco.

La cocina Antes

Esta cocina no era muy antigua pero su diseño era un tanto caótico con todos los electrodomésticos a la vista y de distintos acabados. La caldera estaba también a la vista en la parte alta contribuyendo al caos visual y no había ningún elemento de diseño destacado.

Los muebles eran blancos anodinos y los azulejos blancos son una delgada línea roja que atravesaba las paredes.

La cocina Después

La de ahora es una cocina joya con un diseño elegante y sofisticado demostrando que el buen diseño no es incompatible con el color, en este caso un azul profundo y los brillos dorados de los tiradores y el nuevo grifo.

El paneleado de la mayoría de los electrodomésticos unifica la cocina y, para los muebles altos, se ha escogido unos muebles blancos lisos que además de ocultar la caldera, hace visualmente más amplia la cocina.

Los muebles altos se mimetizan con la pared y pasan desapercibidos, dejando todo el protagonismo al precioso color escogido para los muebles bajos.

En este entorno de líneas depuradas destaca también el blanco impoluto de la encimera, esta vez sí, porcelánica para asegurarse el mejor mantenimiento y la máxima durabilidad.

 

Imágenes @decoryver

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