Cuando escogí la nevera de mi nueva casa tenía claro que la quería blanca. No es que el moderno acero me disguste, pero prefería el blanco como fondo para mis ideas decorativas, entre las que se encontraban los imanes personalizados con fotos de Instagram, de los que hemos hablado en alguna otra ocasión, ya que son varias las empresas que se dedican a ello, como Sticky9, Pic Pack o PintingGram.
De entre todas, me decidí a probar Sticky9 (antes conocido como StickGram) porque para mi siempre había sido la referencia, los primeros de los que había oído hablar, y además, los que tienen el precio más barato: 12 euros al cambio con gastos de envío incluídos para nueve imanes. No es el precio más económico por imán --en otros servicios ofrecen 24 por 19 euros-- pero si con nueve te bastan, es un precio muy razonable para probar.
El proceso de compra es bastante sencillo, simplemente damos permiso para acceder a nuestra cuenta de Instagram y elegimos las nueve fotos que queremos que se impriman, pudiendo incluso ordenarlas, por si no tenemos previsto separar los imanes y usarlo como una lámina. Después realizamos el pago, damos nuestros datos de envío y a esperar.
Como la empresa está situada en el Reino Unido, el envío se hace por correo aéreo, prometiéndonos una entrega entre 4 y 7 días laborables. Yo hice el pedido un martes por la mañana y el lunes siguiente ya los tenía en mi buzón, así que en ese sentido, muy ingleses.
El sobre en el que viene es de cartón duro, para proteger el contenido, con un diseño minimalista pero lleno de detalles. La verdad es que cuando abres el buzón y te lo encuentras, te dan ganas de decirle: "qué hace un sobre como tú en un buzón como este".
Una vez abrimos el sobre encontramos un hoja personalizada que tiene en una cara nuestra dirección --y una imagen de las fotos escogidas-- y en la otra un pequeño texto deseando que nos gusten los imanes e informándonos de que si hemos tenido algún problema o los imanes no están perfectos, que les escribamos. Todo con ese buenrollismo hipster que tan de moda está, pero que sienta muy bien.
Leída la nota, llega el momento de la verdad: los imanes. Vienen en una lámina todos juntos, pero que ya está marcada para que podamos separarlos fácilmente. Los imanes en cuestión no son demasiado grandes ni demasiado pequeños, con cinco centímetros de lado (la lámina de nueve es 15x15) vienen a tener el mismo tamaño que en la pantalla del móvil.
Son de goma flexible, más bien finos, con un acabo mate muy bonito e impresos a buena resolución. En cuanto los tienes en la mano notas que no se trata de un producto hecho deprisa y corriendo, sino que se aprecia el cuidado con el que se ha tratado todo el proceso de fabricación.
Como veis, solo tengo buenas palabras tras haber probado el servicio de StickGram. Estoy más que contento con mis imanes personalizados con fotos de Instagram luciendo en la nevera, y si no fuera porque aún queda algo de minimalista en mi, ahora mismo la llenaría con ellos.
La única pega que se le puede encontrar es que la página web y toda la información están en inglés, algo que para mi no supone un problema, pero que puede hacer que algunos os decantéis por otras en la lengua de Cervantes, como la mencionada PintingGram.
Escojamos el servicio que escojamos, me parece una idea genial decorar con estos imanes personalizados. Son perfecto para desterrar de la nevera definitivamente esos imanes infames que compramos como recuerdo en nuestros viajes. Ahora basta con hacer fotos con el móvil y tendremos el mismo recuerdo en la nevera, solo que con mucho más estilo.
Más información | Sticky9
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