La transformación de esta cocina tiene más de una década, pero merece la pena recordar que una manita de pintura puede hacer auténticos milagros en el aspecto de una cocina.
El estado anterior de esta cocina situada en una "encantadora" casa en Owego, Nueva York, era literalmente, terrorífico. Pero, como suele ocurrir cuando compras una casa, no había mucho presupuesto para su reforma.
A pesar de que la cocina tenía más de cuarenta años sus nuevos propietarios, un joven matrimonio con hijos no tenía más remedio que "aguantar" con ella un tiempo.
La cocina Antes
Cuarenta años no pasan en balde y los armarios de madera de la cocina estaban en muy mal estado. La cocina contaba con varios elementos indeseables; suelo vinílico de imitación azulejos, un salpicadero con cenefas, pintura verde en mal estado y melamina que imita a madera y a mármol. Todo de los años setenta, que aunque lo natural siempre es lo deseable, los materiales de hoy en día permiten imitaciones más realistas.
Abbey y Phil, la pareja dueña de la preciosa granja (a excepción de la cocina) intervinieron en la cocina para arreglar sus desperfectos y mejorar su estética. Su gran acierto en esta reforma "low cost" fue elegir acabados que han dado a la cocina una vocación más atemporal.
La cocina Después
La falta de presupuesto hizó que ellos mismos se encargaron de los trabajos que consistieron en pintar los muebles de la cocina, cambiar los herrajes, colocar nuevos paneles de madera en las paredes y el salpicadero y una nueva iluminación. El gasto total fue inferior a 500 euros.
El nuevo color oscuro para los muebles y los nuevos tiradores consiguen dar carácter vintage a la cocina, que mantiene la encimera y los muebles de madera originales, ahora reparados y pintados. Una buena decoración en la encimera (con plantas) y detalles como el suelo nuevo (se recuperó el original de la casa que estaba bajo un vinilo), la alfombra y la nueva lámpara de diseño clásico contribuyen a esta mejora estética y funcional porque ahora apetece cocinar en ella.
El elemento que completa la cocina y le da carácter y funcionalidad es la práctica isla central de madera lo que amplia la zona de trabajo a vez que nos recuerda al estilo granja original de la casa.
Vía Remodelista. Fotografía de Abbey Hendrickson.
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