El frigorífico suele ser uno de los grandes olvidados a la hora de afrontar la limpieza de la cocina. Tenemos en perfecto estado la encimera, el fregadero, los frentes de los armarios, los azulejos de la zona de fuego...
Pero ¿Y el frigorífico? En muchos hogares no se limpia con la frecuencia que se debería para mantener a raya bacterias y gérmenes, y garantizar así la seguridad alimentaria de nuestro hogar. Los expertos señalan que hay que limpiar la nevera al menos una vez al mes, dependiendo del uso y de la cantidad de alimentos que guardemos en su interior.
A veces, nos toca limpiar este electrodoméstico porque algún alimento se ha pasado de fecha y ha dejado un rastro, o porque se ha derramado líquido sin darnos cuenta. En estos casos, suelen quedar manchas incrustadas que en ocasiones suelta limpiar.
Sobre todo, si pasan varios días sin limpiar, tal y como me ha pasado a mí. He estado fuera de casa por Semana Santa, enlazando con un viaje de trabajo, y parte de la fruta que había en mi nevera se pudrió, dejando una mancha incrustada en el fondo del frigorífico.
Así que al darme cuenta, no me ha quedado otra que hacer un parón en mi trabajo diario para tratar de eliminar esas manchas incrustadas, intentando que fuera en el mínimo tiempo posible. En esta ocasión (he de reconocer que no es la primera vez que me pasa algo así), he probado a limpiar esas manchas con el quitagrasas sin espuma de Mercadona.
Para utilizarlo, siguiendo los consejos que he leído, llené un balde con agua, pulverizando en el mismo 5 veces el quitagrasas de Bosque Verde. Como la mancha estaba muy incrustada, en lugar de utilizar una bayeta, utilicé un estropajo suave.
En una parte de las manchas también apliqué directamente el quitagrasas, dejando que actuara unos segundos sobre la superficie del frigorífico. Y la verdad es que el resultado fue el mismo, la mancha salió sin apenas resistencia, teniendo que frotar un poco más en algún rincón o allí donde la mancha era más gruesa y estaba más incrustada.
Después, pasé una bayeta para retirar los restos de la mancha y la propia mezcla del agua y del quitagrasas. Y la verdad es que la limpieza no ha podido ser más efectiva, sin apenas perder tiempo, ni mucho esfuerzo frotando la mancha.
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