Una caravana de ensueño

No creo que sea yo la única que de pequeña ha soñado con vivir al menos durante unos días en una caravana, son tan bonitas algunas de las que salen en imágenes en catálogos y revistas y en reportajes de televisión, que de repente a uno le entran ganas de comprar una y empezar a recorrer el mundo en ella. Sin duda son la mejor expresión del óptimo aprovechamiento del espacio y de como conseguir que los cuartos de dimensiones reducidas no solo no resulten agobiantes sino que sean de lo más agradables.

Cuando uno amuebla y decora una caravana tiene que tener muy claro que es lo que quiere albergar en su interior, no caben tantas cosas como en una casa convencional, por eso es fundamental establecer prioridades, sólo lo que necesitamos deberá aparecer en ella. Pero eso que necesitamos no tiene porque ser meramente funcional, también podemos necesitar algunas cosas decorativas, que nos ayuden a crear un ambiente agradable, lo bonito es también en cierta medida necesario.

Esta que me he encontrado navegando hoy en la red es del estilo de las que a mi me gustan, un tanto retro por fuera, con sus dibujos decorando y su toldo de colores, suficientemente hippie como para mantener su clásico encanto, y muy moderna por dentro, con todas las comodidades que los materiales y la tecnología actual permiten. Cocina, comedor, dormitorio y baño en un espacio reducido pero suficiente.

A la cocina no le falta detalle, yo creo que en algunos pisos he visto cocinas casi tan pequeñas y mucho menos aprovechadas, tiene placa, horno, fregadero, alacenas, nevera... por supuesto todo en un tamaño no muy grande, pero que permite que sea perfectamente funcional.

Me parece interesante destacar el color blanco, mayoritario no sólo en la cocina sino también en el resto de espacios, es una realidad que en lugares pequeños aumenta la claridad e incrementa la sensación de profundidad, haciendo que cada área parezca algo mayor de lo que realmente es.

El dormitorio compuesto por una cama con aspecto de ser muy confortable, todo sea dicho y con muchos cojines, se podría utilizar también como zona de estar, o sofás, si fuese necesario, aunque en una caravana lo ideal es que el salón sea exterior, se montan las tumbonas en el porche y jardín siempre que el clima lo permite.

Algunos detalles de color para darle un poco de alegría a tanto blanco, los cojines en tonos variados que se mezclan y contrastan, la manta que se puede colocar a los pies o doblada en un rincón en este caso en verde. Se han elegido sobre todo colores fríos, es posible que esta caravana esté en una zona de clima muy caluroso y lo que se busque sea una sensación refrescante, yo personalmente siempre prefiero los tonos cálidos, naranjas, rosas o amarillos, ya sabéis que soy muy friolera.

Junto a la ventana una repisa alargada que hace de mesa y una silla phantom que al ser transparente, permite el paso de la luz y apenas ocupa espacio visual. La caravana tiene también una zona de comedor con varias sillas, para los días que no se pueda comer fuera si hace frío o llueve y por supuesto un cuarto de baño, el único lugar en el que se ha incluido el color negro combinado con el blanco en franjas verticales, os dejo imágenes de estas y otras vistas en esta galería, para que soñéis, como yo, hasta donde podríais viajar en ella.

Vía | Sharona Design Más información | Caravanolic En Decoesfera | Casas poco convencionales: Constance, una acogedora caravana