El Surfrider Hotel en Malibu ha pasado de ser un deteriorado motel costero a un hotel boutique gracias a la reforma de su actual propietario Matthew Goodwin.
Goodwin que además de hotelero es arquitecto, se propuso capturar el espíritu de California en este hotel mítico, situado en la Pacific Coast Highway frente a la playa de Surfrider Beach.
El hotel original fue construido en 1953 y según el actual propietario que creció en la zona "El Surfrider es parte del paisaje de Malibú y una parte icónica de la historia de Califonia". Una historia en la que se incluyen nombres como The Doors, Fleetwood Mac o Neil Young que en su día se alojaron entre sus paredes.
La reforma del hotel está pensada para durar y para ello, han en su reforma utilizado materiales sólidos y naturales como "tablas de madera recuperadas, camas de teca hechas a medida, piedras, baldosas de cerámica..."
La decoración es liviana y muy fresca gracias a la gama cromática , -solo han usado el blanco, la madera natural y el beige en todo el hotel-, y al uso de los materiales naturales con maderas en los revestimientos de las paredes, el mimbre y los textiles de lino o algodones.
El resultado es este increíble espacio que parece más una casa grande que un hotel, por la naturalidad de sus materiales y el mobiliario sencillo y acogedor.
La espectacular cocina y el salón biblioteca son espacios en los que inspirarse y de los que sacar muchas ideas. Las alfombras de yute y las lámparas de mimbre resultan clave para dar el aire fresco y veraniego a las estancias.
El hotel consta de dieciocho habitaciones, dos suites, una biblioteca, un restaurante y un bar en la azotea, de uso exclusivo para los clientes.
Todas las habitaciones tienen acceso a un balcón con vista al mar, y las del piso superior incluyen una apetecibles hamacas. La terraza de la azotea, cuenta con grandes y cómodos sillones, una chimenea y un sistema de sonido para relajarse por la noche.
Un hotel en el que nos gustaría despertarnos (ojalá), para disfrutar de las vistas, del buen tiempo y de su diseño. Y dejamos para los valientes disfrutar de las impresionantes olas de sus playas.
Vía Dezeen.es
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