A pesar del imponente aspecto exterior, la casa sonrisa es naturalmente cálida en su interior. Recientemente reformada, en su interior se han respetado los tonos arenas y el aspecto atemporal de esta gran finca que incluye toques de Art deco y de japonismo, de su anterior reforma.
La finca, una villa clásica de 500 m2 situada a los pies de la sierra Tramuntana de Mallorca, combina la tradición rural del exterior con el diseño contemporáneo para ofrecer un resultado sorprendente.
La zona central de la casona es una amplia sala de estar con cuenta con una impresionante barra de cocina suspendida entre dos columnas. Detrás, alrededor de las ventanas, unos paneles cubiertos de lino -de estilo japonés- crean un efecto visual sorprendente y mejoran la acústica de la gran sala.
Al final de la misma, una escalera conduce al salón y a un gran comedor con una mesa y un banco hechos a medida. Detrás del comedor se encuentra otra cocina más tradicional que da cobertura al comedor interior, y a la zona exterior a la que se accede directamente desde esta cocina.
El Art Decó se encuentra en detalles como los plafones y el arco en las zonas de paso, y sigue la inspiración japonesa con los listones de madera y el papel de flores.
La tradición del exterior se respeta en las zonas privadas que cuenta con cuatro dormitorios, tres de ellos en suite. Atención al baño, la mezcla del microcemento y de la persiana de esterilla lo convierten en un gran exponente del rústico actualizado.
Los increíbles exteriores incluyen varias terrazas desde las que contemplar unas bonitas vistas de la isla, que se pueden disfrutar incluso desde la piscina infinita de cinco por dieciséis metros.
Imágenes Vía Urlaubs Architektur