Países Bajos sin duda está en nuestra lista de viajes a realizar en algún momento de nuestras vidas, pues nos consta que tiene multitud de cosas que ofrecernos. Pero no es este un blog de viajes --para eso están nuestros compañeros de Diario del viajero--, así que nos centraremos en esta preciosa vivienda de techos altos y colores tranquilos, situada en la ciudad de Rotterdam.
A través de esta visita vais a poder disfrutar, igual que hemos hecho nosotros, de cada rincón de esta vivienda a la que no le falta un detalle, y en la que predominan los materiales nobles como la madera y el ladrillo visto.
Si tuviéramos que destacar una estancia sobre el resto sin duda sería el comedor, cuya fotografía encabeza el artículo. Y es que unos techos tan altos presididos por esos enormes ventanales y la consecuente cantidad de luz natural que lo inunda todo no deja indiferente.
Muy acertada la elección de la mesa, de madera gastada y dimensiones más que considerables, acompañada por unas bonitas sillas de estilo retro --años sesenta o setenta, quizás--. Las tres lámparas que cuelgan del increíblemente alto techo son de estilo industrial y la verdad es que quedan de maravilla junto al resto de elementos.
Una vez que entramos en el dormitorio queda constancia de lo que comentábamos en el título sobre los colores tranquilos. Unos tonos tierra muy muy claros consiguen crear una atmósfera en la estancia de mucha tranquilidad, que sin duda es lo que se busca.
La estructura de la cama esta realizada en madera, y tiene toda la pinta de estar hecha a mano, lo cual le aporta mucho más valor. Junto con el suelo de anchas lamas de madera y el color de las paredes, la sensación es la de estar en una cabaña en mitad del bosque.
En la planta superior de esta vivienda de Rotterdam nos encontramos la zona de descanso y ocio, con diferentes butacas repartidas por la estancia, así como la propia televisión. Lo que más llama la atención aquí son las paredes de ladrillo visto y el suelo de madera, una combinación quizás arriesgada --al menos en esos tonos tan parecidos--, pero que no queda nada mal.
Hacemos la última parada de esta visita en la cocina, situada justo bajo la estancia de descanso de la que hablábamos antes. Una cocina más bien discreta y no muy grande, con muebles en madera natural y pared frontal en color verde. Eso sí, las vigas que quedan al aire le dan un toque industrial muy interesante.
Vía | The style files En Decoesfera | Casas poco convencionales: un garaje de ambulancias convertido en vivienda
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