Aunque reales son todos los pisos y casas que enseñamos en éste u otros medios, por real, en este caso, entiéndase un piso de medidas y acabados standard.
Situado en el populoso barrio de las Tablas, la reforma de este piso de tres habitaciones y dos baños se encargó al estudio de arquitectura de Teresa Olea, quien nos explica que "este fue un proyecto muy bonito porque los clientes siempre tuvieron claro que querían espacios abiertos y comunicados, cosa que en un piso suele ser difícil de conseguir."
En este caso se incorporó la cocina al salón. Se prolongó con un comedor y se ubicó la zona de estar en un espacio diferenciado en altura por un escalón. Con una mesa de obra se generó esa dislocación/conexión de espacios."
De esta manera la zona pública cocina, comedor y salón, comparten un único espacio abierto, aunque bien zonificado, gracias a esta doble altura del espacio.
La cocina se abre a la zona del comedor a través de una barra en cuya parte superior se ha instalado un mueble con baldas de rejilla de marcado aire industrial. Este elemento además de aportar un extra de almacenaje consigue dar mucha personalidad al espacio.
El comedor esta presidido por una gran mesa de madera natural con sillas clasicas de estilo provenzal, acorde con la cocina en dónde la combinación de verde oscuro de los muebles, el lavabo o la madera de la encimera nos recuerdan a las acogedoras cocinas de las casas de campo.
El salón es como un lienzo blanco. Paredes muy blancas en donde sólo el mobiliario se encarga de dar color. Desde los sobrios azul oscuro y gris de los sofás, pasando por los cálidos rojos en la alfombra y el mostaza del sillón.
En los dormitorios destacan los muebles a medida o de obra, como el cabecero de la habitación principal o la librería a media altura del cuarto infantil. Teresa Olea, nos explica que "en ambos dormitorios se diferenciaron también dos zonas (dormir/juegos en el caso de los niños y dormir/vestidor en el caso del dormitorio principal. La división se hizo mediante mobiliario de obra lo que genera una sensación espacial muy agradable y nos permitió jugar con las alturas de muros que nos interesaran..."
Por toda la casa vamos encontrando piezas de mobiliario antiguo o vintage, como el sillón del salón o el magnífico escritorio y la silla antigua de la habitación principal. Da la sensación de que son piezas con historia familiar que se integran bien con el resto del mobiliario más funcional.
En el baño, el revestimiento de microcemento y el marco de madera del espejo vuelven a conseguir el efecto de naturalidad y calidez que domina la casa. Como si ésta se hubiera mantenido ajena a modas o las últimas tendencias.