Me encanta enseñar casas pequeñas porque son las que más se parecen a las casas que tenemos en España (y en muchas ciudades del mundo). En estos apartamentos podemos encontrar ideas atrevidas que podemos aplicar a nuestro día a día y que no habríamos elegido si no las hubiéramos visto previamente. En este caso, lo que más me llama la atención es el uso del color rojo intenso para la decoración, un color que tradicionalmente no asociaría a la pintura de la pared de un pequeño espacio.
Esta casa está situada en Rumanía y como en otros casos de apartamentos pequeños se basa en un espacio grande que aúna diversas funciones como son salón, cocina y cuarto de estar. Decir que no tiene divisiones sería exagerado porque sí que las tiene, ya que los tabiques de separación están abiertos y dejan pasar no solo la luz sino cualquier cosa que suceda en el espacio contiguo.
En la visión general que encabeza este post, podéis ver cómo estos tabiques tan originales son los que han recibido el color rojo mientras que las paredes laterales quedan blancas. Los muebles que veo son la mayoría de Ikea, así que no tendréis muchos problemas en imitar este estilo si os gustan (de hecho la estantería estrecha roja es un gran hit que ya he visto en muchas casas).
Este apartamento me produce unos sentimientos encontrados ya que yo no veo un rojo tan intenso para un espacio tan pequeño pero adoro cómo queda en comparación con los azulejos marinos de la cocina y con el borde amarillo de los armarios. Eso sí, la parte inferior en color madera no me pega ni con cola, no entiendo cómo dejaron ese pegote ahí tan alegremente.
Otro fallo que le veo es que aunque no exista barra de separación física entre la cocina y la parte de salón, han colocado el sofá para que no quede lugar a dudas de dónde empieza una y acaba otra. Yo creo que con esta decisión han perdido espacio y para eso les habría dado igual poner una barra de obra o una mesa de comedor más contundente que puedan usar como superficie de trabajo extra.
Sobre estas líneas tenéis la vista contraria que en la primera imagen. Aquí apreciamos cómo el tabique opuesto también lo han pintado de rojo y han incrustado en él una estantería del mismo tono. En este caso, yo habría dejado la pared blanca (teniendo el tabique cortado como pared de impacto) y habría puesto la librería blanca también, aunque no me desagrada la idea de una librería roja.
En resumen, yo creo que podrían haber aprovechado mejor el espacio en este apartamento y haber ensanchado los límites visuales con un color menos agresivo que el rojo. Sospecho que el mismo ambiente pintado en un verde intenso habría quedado mucho mejor (por no hablar del blanco si no pensáis que es demasiado simple).
Imágenes vía | Apartment Therapy
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