En las viviendas unifamiliares es fundamental que exista una estrecha relación entre el exterior y el interior de la vivienda que deben estar en consonancia y para mi, es también muy importante que haya conexión directa entre algunas de las estancias del interior de la vivienda, especialmente de las zonas comunes, y el jardín, el porche o el pato que tengamos fuera.
La conexión entre interior y exterior es perfecta en esta vivienda que ha ideado la arquitecta Virginia González Rebollo pensando en grandes espacios y volúmenes. En esta casa, la cocina conecta de forma natural con el comedor y la sala de estar que a su vez están en contacto directo con el exterior. Las características principales de esta vivienda son: la amplitud de espacios y luminosidad.
Esta vivienda unifamiliar está ubicada en Celada de la Vega, en León, y está formada por dos volúmenes superpuestos. El primero es un volumen paralelo a las alineaciones de la parcela y abierto al jardín, con orientación suroeste en las zonas de estar. El volumen superior está girado para captar las visuales de la catedral de Astorga. Este volumen crea un porche en planta baja y tiene acceso directo desde la cocina.
La vivienda, como muchas unifamiliares de dos plantas, tiene en la planta baja lo que son las zonas comunes o espacios de día, cocina, sala de estar y comedor y en la planta superior las estancias más privadas o también englobadas bajo el nombre de zona de noche, que incluye los dormitorios y sus correspondientes cuartos de baño.
Uno de los elementos más destacados de esta casa es, precisamente, la escalera que sube desde la cocina a la planta superior y que como podéis ver en las imágenes es realmente llamativa. En cierto modo minimalista, súper moderna y de líneas muy simples. Además de un diseño espectacular tiene las ventajas de que ocupa poco espacio y resta menos aún a nivel visual porque permite la libre circulación de la luz.
La cocina tiene una interesante distribución en forma de “U”, que no todo van a ser islas de cocina... Esta distribución facilita el trabajo porque permite que todo se encuentre a un paso y además proporciona una península a la que recurrir como zona adicional de preparación. La península se puede utilizar también como mesa en comidas rápidas en las que no queremos tener que ir al comedor.
La casa es tan luminosa que, aunque el color predominante en paredes es el blanco para multiplicar esa claridad, se ha podido elegir el suelo en un tono más oscuro de lo que hoy en día es frecuente y se han podido hacer contrastes, incluso, con el color negro en la zona de la cocina, donde incluso los electrodomésticos han sido elegidos en ese color en vez de en acero.
Es fantástico disponer de una gran parcela en la que construir la casa de nuestros sueños desde el principio, pero si vamos a hacerlo es fundamental que pensemos todo muy bien antes de empezar, empezando por la orientación y la distribución, para lograr que la casa sea lo más clara que sea posible y para garantizar que dispongamos de luz directa en cada estancia en las horas en las que más nos interese.
Más información | HIPERMUEBLE RIEGO, Virginia González Rebollo, Andrea Muñoz y Santos
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En Decoesfera | Una cocina abierta al comedor (e incluso al salón) llena de luz