La original forma de esta casa en Nueva York es el resultado del respeto profundo a su entorno natural

La inusual forma de esta pequeña casa de descanso (para vacaciones, fines de semana...) es el resultado de un profundo respeto al entorno. La idea de la "Peter Gluck Tomwer House" -así es como se llama está ligera construcción de Nueva York (a 160 kms de la ciudad) -, era poder habitar en la naturaleza sin perturbarla.

El propietario de la casa es uno de los fundadores del estudio de arquitectura Gluck + Partners responsable de este singlar proyecto. Para respetar al máximo el entorno, en su construcción no se taló ni un árbol y su peculariedad forma (como si fuera una escalera que conduce a la copa de los árboles) es una consecuencia de cómo ésta se adapta a la vegetación. Por eso, cada uno de los tres primeros pisos de Tower House sea una pequeña suite privada que cuentan con un pequeño dormitorio y baño.

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Su peculiar distribución es consecuencia del entorno

Al contrario de lo que viene siendo habitual, la planta superior de la Tower House, es la que contiene los espacios sociales, lo que además proporciona vistas del lago y a las cumbres de las cercanas montañas de Catskill. La parte más alta de la "torre" se remata con una gran terraza al aire libre sobre la superficie habitable que se extiende entre las copas de los árboles, ofreciendo un impresionante mirador con vistas lejanas.

La escalera distribuye el espacio y es una pieza clave del diseño

La escalera que vertebra esta curiosa disposición forma parte activa de su diseño. En un intenso color amarillo, está ubicadacasa en un cuerpo o estructura de vidrio de manera que se aprovechan las vistas y la luz y al recorrerla se acentúa la sensación de subir hacia la copa de los árboles.

Sostenible en recursos y consumos

Otro de los elementos que se tuvo en cuenta en su diseño es que la casa fuera sostenible y eficiente. En el proyecto se buscó el difícil equilibro entre unos costes de ejecución ajustados y un consumo eficiente.

Para conseguir esto último, las habitaciones orientadas al norte aprovechan de la luz y las vistas de los ventanales de suelo a techo. Para calentar la casa de manera más eficiente se superpuso el sisema de calección en el un núcleo central desde el que se emite calor a todas las plantas pero su disposición facilita que puede ser "apagada" en el invierno cuando no está en uso. Al cerrar el edificio hasta el núcleo aislado, se reduce en un 49% en el uso de energía.

Por último, en verano la casa no necesita de aire acondicionado porque el aire frío se dispersa a través de la casa por el efecto chimenea. Orientada hacia el sur, a lo largo de la escalera de vidrio, se genera una chimenea solar que permite la salida del aire caliente en su parte superior, introduciendo aire fresco a través de la casa desde el lado más frío, desde el norte.

Fachada en verde y vidrio

Para el revestimiento de la casa se ha optado por el vidrio reflectante, buscando la apertura a la luz y a las vistas y, para las partes "opacas" se empleó un revestimiento de un suave tono verde de manera que el conjunto se confunde y camufla con el exterior.

Un interior que se abre al exterior

La ligereza de la parte superior se acentua por los planos abiertos en los que los pivotes reducen su espesor al mínimo. Los muebles de diseño como el sillón CH 07 de Carl Hansen & Son o las sillas de Fritz Hansen conviven con las impresionantes vistas con las que te premia la subida.