Este dúplex situado en San Cugat del Vallés (Barcelona) vivió una reforma integral realizada por el estudio de arquitectura interior Ingrid Matheu tenía como reto reflejar el estilo de vida contemporáneo de la familia que lo habita.
Y para facilitar el día a día de sus habitantes, esta interiorista priorizó la funcionalidad de los espacios mediante el diseño de mobiliario a medida. La vivienda tiene dos plantas, que han permitido unificar día y noche.
La zona de día, totalmente abierta
La primera planta de este dúplex se ha destinado a la zona de día, generando un espacio totalmente abierto, integrando la cocina con la zona de estar la entrada de la vivienda. Para potenciar el espacio, desde el estudio de arquitectura interior se ha apostado por aprovechar al máximo la luz natural.
El suelo de madera de roble da unidad a todo el espacio, contribuyendo así a reforzar este efecto integrador. De hecho, la madera de roble es una constante en toda la vivienda, ya que también se ha utilizado en los muebles diseñados a medida por el propio estudio, y en la carpintería de autor.
El azul turquesa, protagonista en la zona de noche
La planta superior del dúplex se ha destinado a la zona de descanso. La suite principal es un remanso de paz en el que destaca el blanco. Llama la atención el cabecero, realizado a la medida en madera de roble. Cuenta con dos hornacinas que sirven de mesitas de noche.
Una de las paredes del dormitorio se ha revestido en un precioso papel pintado con motivos florales en azul turquesa de la colección "Van Gogh" de BN Wallcoverings. Y para completar el conjunto, desde el estudio de arquitectura de interiores han creado también un rincón de teletrabajo con un conjunto de una mesa y sillas.
El azul turquesa, presente en distintos puntos de la casa como la cocina o el baño, además del dormitorio con el papel pintado, se ha elegido porque genera alegría y templanza, según ha explicado Ingrid Matheu.
El baño de la suite tiene mucha personalidad. Destacan en él las baldosas biseladas en un brillante azul turquesa, en lo que es un tributo a las estaciones del metro de Londres. De esta manera, la interiorista ha querido que los habitantes de la vivienda puedan viajar a través de sus recuerdos.
Una llamativa habitación infantil
La habitación de los pequeños de la casa está llena de color. Se ha diseñado como un gran refugio en el que los peques puedan no solo dormir, sino también jugar, hacer deberes, o para que puedan invitar a sus amigos a pasar la noche.
Llama la atención el techo, revestido en láminas azules creando distintas pendientes, para dar mayor sensación de amplitud y de profundidad. El espacio se ha diseñado para que sea versátil y que pueda irse adaptando a medida que los niños vayan creciendo y cambien sus necesidades.
Más información | Ingrid Matheu
Fotos | David Querol
En Decoesfera | Espacios abiertos y vistas al Támesis. Estas son las claves de la reforma de un espectacular ático dúplex en Londres