Aprovechando que es verano, y que probablemente estés desayunando plácidamente tablet en mano mientras disfrutas de tus lecturas decorativas, hoy nos vamos hasta Marbella para descubrir la reforma integral de una villa marbellí que presenta un atractivo look tropical.
La reforma de esta villa, llena de colores neutros y empolvados y encantadores estampados de flores y animales, lleva la firma de Lalzada, un estudio de arquitectura e interiorismo madrileño.
La rejuvenunecida impronta neoclásica de la propuesta de renovación de esta villa ha encontrado en la aplicación de elementos decorativos sobredimensionados la espectacularidad del conjunto.
Entre los elementos que visten este proyecto de reforma integral destacan la vegetación interior, las piedras naturales como la caliza o el mármol, las maderas nobles o las telas ligeras, sin olvidarse de la importancia de la luz o del juego de colores en las distintas estancias de la casa, dando como resultado espacios abiertos, elegantes y funcionales.
La villa tiene 2000 metros cuadrados de parcela, en la que se levantan 600 metros cuadrados en tres niveles distribuidos entre el sótano, la planta baja y la primera planta, totalmente remodelados.
La integración del jardín con el interior de la vivienda se ha realizado mediante vegetación interior, clave en el proyecto decorativo.
En la planta baja de la vivienda encontramos un distribuidor que da paso, frontalmente, a un patio exterior con una zona de comedor.
En este mismo nivel hay un despacho, el dormitorio de invitados (con baño privado), la cocina, y el salón principal, presidido por una elegante chimenea de piedra natural blanca, además de la sala de billar con un minibar para disfrutar de las veladas de ocio.
En esta planta también hay un porche exterior con una zona de estar, y otra zona de comedor al que se puede acceder desde el salón principal y la cocina.
En la primera planta, además del dormitorio principal y del vestidor dividido en dos zonas para cada uno de los propietarios, hay también una sala de esparcimiento personal.
Tampoco hay que olvidarse de la terraza con vistas al mar y un jacuzzi exterior para disfrutar de los atardeceres marbellíes.
En el sótano, de 110 m2, se ha acondicionado una bodega y un gimnasio además de diferentes espacios con mobiliario destinado para almacenaje.
Una vivienda de lujo muy funcional diseñada para crear nuevos ambientes dentro de una visión global de todo el conjunto.
Más información | Lalzada
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