Aunque a menudo pasen desapercibidas a los ojos del que no se fija, el cine está lleno de casas espectaculares, como por ejemplo la casa de George Falconer en la la película "A single man", la ópera prima del diseñador de moda Tom Ford, en la que el protagonista, interpretado por Colin Firth, vive en una maravillosa mansión de madera y cristal.
La casa, diseñada por John Lautner en 1949 y que le va como anillo al dedo al personaje que la habita, es una curiosa mezcla del estilo moderno y futurista típico de los años 50 y las prairie-houses (casas de la pradera) del famoso arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright.
Desde fuera podemos vislumbrar la voluntad de que el espacio no se quede confinado en el interior, sino que fluya por dentro y fuera de la casa, gracias a los grandes ventanales y una geometría muy dinámica.
En las imágenes del gran salón se puede apreciar esa fluidez, tanto en la relación del interior con el exterior como de las diferentes estancias entre sí.
El diálogo con el exterior se consigue principalmente a través de la transparencia, aunque también es importante la geometría, pues los diferentes planos (muros y techos) guían nuestra mirada hacia el jardín y también protege a las zonas más privadas de la indiscreción de los vecinos.
La fluidez también está presente en la distribución, pues cada estancia está separada de la contigua no por puertas, sino simplemente por planos y cambios en la configuración espacial, la iluminación y el mobiliario.
El diseño de la cocina también se impregna del dinamismo de la casa, con una barra que ayuda a fomar una espiral que recorre toda la estancia.
La mezcla de materiales también refleja muy bien el espíritu de la vivienda. Por un lado los electrodomésticos de acero, símbolo de la modernidad y el futuro; por el otro, la madera oscura, más próxima a lo clásico y tradicional, que le da un aire sobrio y señorial, tan sólo quebrantado por el color verde de la encimera y, como no, por la frescura de los espacios, tan alejados de lo convencional.
Los dormitorios, la zona más privada de la casa, muestran lo cuidada que está la relación con el entorno y cómo el espacio, que a ratos parece sólo uno, se va moldeando para adaptarse a las necesidades sensoriales de cada uso.
En una habitación se necesita privacidad, pero no se quiere renunciar a la luz ni a las vistas, algo que el arquitecto consigue gracias a las proporciones del espacio y a la distancia que hay hasta que la mirada se detiene en una valla con un seto. Al ser esta pequeña, no perdemos la sensación de recogimiento necesaria en un dormitorio, pero se gana mucha amplitud y luminosidad.
Tras este pequeño paseo por la casa de Geroge Falconer en "A single man", me despido no sin antes invitaros a ver la interesante película en la que figura, así como también a que disfrutéis de la pequeña galería cortesía de la John Lautner Foundation.
Vía | Apartment Therapy Más información | John Lautner Foundation En Decoesfera | La casa de Cameron en Ferris Bueller's Day Off
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