Si por algo destaca Noruega es por el aprovechamiento de sus recursos, y por tratar de utilizarlos de forma innovadora. Y los arquitectos noruegos no se quedan atrás en esta filosofía, uniendo diseño y el uso de materiales tradicionales naturales como la madera, la piedra o el metal.
El último ejemplo de esta apuesta por el diseño sostenible lo encontramos en la ciudad de Brumunddal, a 150 kilómetros de Oslo. Allí, en marzo de 2019 se inaugurará el edificio de madera más alto del mundo.
Bautizado como Mjøstårnet, esta estructura es un edificio piloto que quiere demostrar que es posible construir edificios en altura con materiales respetuosos con el medio ambiente para reducir hasta en un 85% los gases de efecto invernadero en la producción de materiales.
El edificio tiene 80 metros de altura y 18 plantas que acogerán apartamentos, oficinas, un hotel de 72 habitaciones y restaurantes cuando sea inaugurado la próxima primavera.
El creador del proyecto se llama Arthur Buchardt, y con este proyecto quiere crear un símbolo verde para impulsar la construcción de edificios altos utilizando recursos locales, proveedores locales y materiales sostenibles y renovables.
Una tendencia al alza, viendo que antes de ser inaugurado, este innovador y sostenible edificio ya ha recibido galardones como el Norwegian Tech Award 2018 y The New York Design Awards 2018.
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