Esta casa valenciana vuelve a su esencia original tras una cuidada rehabilitación. A su llegada a esta casa pareada, situada en una de las manzanas más características del distrito 9 o distrito de Jesús, te da la bienvenida un bonito y frondoso limonero que sirve de carta de presentación a su fachada recuperada.
Para su rehabilitación el estudio de Iterare Arquitectura no se ha limitado a estudiar las necesidades de los nuevos propietarios sino que ha tenido en cuenta el efecto de la luz mediterránea sobre ella, su localización y su contexto cultural. En esta casa la materia, la brisa y la luz han motivado los cambios dando como resultado una vivienda de espacios abiertos y de una mínima expresión material. El resultado es una casa silenciosa desde el que admirar la luz y sus espacios.
Materiales mínimos para hacer destacar el espacio
En esta casa, los materiales se limitan a la piedra caliza, la madera y el vidrio. A pesar de su aparente sencillez, la complejidad se encuentra en su uso equilibrado y en la precisión de su aplicación. Sus encuentros están tratados de una manera rigurosa, a la par que elemental y sincera.
En el tratamiento de los materiales cabe destacar la escalera. Ubicada en el centro geométrico de la vivienda y completamente abierta a la zona de día, la escalera funciona como "una rotonda" que marca una circulación alrededor de la misma.
Además la escalera se ha diseñado como una auténtica escultura de piedra caliza, al tiempo que se aprovecha sus huecos para incluir un pequeño aseo y capacidad de almacenaje en la cocina.
Bajo la escalera, en el paso entre la cocina y el comedor se esconde el aseo.
La cocina se ha diseñado en una pared de muebles bajos que se remata en uno de los lados en una barra o mesa baja.
El blanco de las paredes solo se interrumpe por los elementos de obra de madera de acabado roble que dan lugar como en este caso una estantería o a los armarios de la parte alta.
La planta alta, con tres dormitorios simétricos y un baño
La planta alta se repite los conceptos de materiales mínimos y llama la atención la simetría de las habitaciones. Las tres tienen un tamaño similar aunque la que se sitúa sobre el chaflán de la planta baja disfruta de un pequeño balcón.
En esta planta el acceso a la terraza grande tamaño se ha dejado para la estancia de uso compartido, una pequeña zona de estar en planta alta que goza de más intimidad que la planta baja y por su apertura en el lado de la escalera permite que la brisa del mediterráneo llegue a toda la planta.
Espacios exteriores
Además de la terraza de la planta alta, en la planta baja disfruta de dos patios (delantero y trasero). Estos patios, además de asegurar una brisa constante y suave a través de los interiores su ubicación en distintas fachadas y el tamaño de las ventanas (los perfiles de aluminio ocupan los mínimo) son un escaparate hacia la luz y la sombra proyectada por el sol en distintas horas del día y del año.
- Patio fachada anterior
Además del limonera, las formas del chaflán y un pequeño pórtico da dinamismo a esta fachada.
- Patio trasero
En este espacio se ha colocado una llamativa escultura metálica y una pequeña tejavana controla la entrada de luz.
- Detalle terraza
En la terraza, de nuevo, la piedra caliza el único material tanto del suelo como de la maceta.
Todo esto esconde, al abrigo de un anciano limonero que marca el acceso y dota de nombre a la obra.
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