Como ya sabéis los que seguís Decoesfera desde hace tiempo, yo solía vivir en un minipiso de 30 metros cuadrados por lo que no solo se agudizó mi sentido para encontrar mini muebles que se adaptaran a mi casa sino que también ahora me enamoro cada vez que veo una casa grande en la que poder caminar sin tropezar con los muebles. La casa que os traigo hoy es una de esas en las que el espacio es su mayor lujo (aunque no es excesivamente grande) y probablemente da gusto pasear por sus habitaciones sin muebles que estorben. Esta casa de 85 metros cuadrados está a la venta en la ciudad sueca de Goteborg.
Empezamos nuestro recorrido por el salón, donde vemos que el estilo blanco-madera típico de los países escandinavos ha cedido a la moda de pintar las paredes grises. Para mí esta pintura constituye la única pega que le veo al inmueble ya que, al estar situado en un país donde no tienen mucha luz solar a lo largo del año, es posible que ensombrezca el ambiente.
Por lo demás, me encanta la distribución de los muebles dado que la estancia no es un cuadrado perfecto. Ved cómo han acomodado el sofá en un ángulo y han puesto de mesa de centro una redonda muy original de tipo antiguo. El puf del sofá se encuentra pegado a la pared pero tiene pinta de que es fácil moverlo para relajarse por la noche e incluso mover también el mueble de la televisión para tener un mejor ángulo.
Observad cómo se mezclan varios estilos en los cuadros de la pared y que mientras los que hay sobre el sofá tienen los marcos dorados, los de la pared contraria apenas se ven. Otra cosa que me llama mucho la atención es que no hay muebles en esta parte de salón y que la única concesión a la decoración pura, además de los cuadros, son las maletas vintage que vemos pegadas a la pared.
Justo en la pared opuesta, que tenéis sobre estas líneas, tenéis uno de los rincones de lectura que más me han gustado de las casas que hemos enseñado por aquí. Se encuentra en una esquina que han decorado con unos vinilos que imitan estanterías llenas de libros y al lado del sillón se ha colocado un pequeño mueble que sirve de estantería a su vez en el que se colocan los libros de cada momento. Las luces para esta zona están enganchadas en lo que me parece que son los tubos de la calefacción, de tal manera que pasan prácticamente desapercibidas pero consiguen alumbrar al que quiera leer.
Por supuesto no os perdáis la preciosa chimenea vintage que hay al otro lado de la puerta, de esas que no estamos acostumbrados a ver en España alicatada con azulejos y con una cestita donde poner la madera para la lumbre. Al otro lado de la chimenea, como podéis ver en otra imagen de la misma zona en la galería, los propietarios de la casa han puesto una vitrina con su vajilla. Me fascina cómo en este ambiente conviven detalles modernos como la televisión con otros más antiguos, testigos de otra época, como esta vitrina o la chimenea de antes. ¿Vosotros os atrevéis a combinar así?
A través de esa puerta se pasa a la cocina, que tiene todos los electrodomésticos a un lado y en la que lo que más me gusta es la mesa de comedor con sus sillas. De nuevo vemos aquí el ansia de los europeos por poner alfombras en todas partes y a mí me habría sobrado la persa que está en el centro de la estancia, ya que ni siquiera necesitamos una separación visual porque la parte de cocinar ya tiene sus azulejos negros que la separan del resto de manera efectiva.
Me parece una buena idea usar todas las habitaciones para colocar libros pero me sigue dando miedo ponerlos en la cocina como los vemos aquí. Eso sí, me encantan las estanterías que han elegido y que los dejan apilados en vertical.
Termino mi recorrido en el dormitorio, donde la pared de impacto se ha empapelado. La cama blanca queda totalmente integrada en un ambiente del mismo color y lo único que rompe la monotonía es, por un lado la alfombra de los pies de la cama y por otro el escritorio que veis mejor en la galería. Aunque no es un dormitorio muy amplio en comparación con el resto de estancias, sí que está muy bien aprovechado y estoy segura de que en esos armarios que llegan hasta el techo tienen espacio de sobra para colocar toda la ropa que quieran.
Mi conclusión es que las fotos de las inmobiliarias suecas son más bonitas que las de las inmobiliarias españolas. A mí me han dado ganas de hacer las maletas y mudarme de país al ver estas imágenes, ¿y a vosotros?
Imágenes vía | Alvhem
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