Sin duda, los dueños de esta casa completamente transparente tienen un sentido de la privacidad poco convencional, porque si no, no se explica que su casa sea todo ventanas, o más bien, que no tenga muro alguno. Casi como una casa de muñecas moderna en la que se puede ver todo el interior.
Esta pequeña vivienda unifamiliar de acero y cristal, magistralmente fotografiada por Iwan Baan, ha sido diseñada por el arquitecto japonés Sou Fujimoto. Ubicada en un barrio moderno --en el sentido ligeramente peyorativo-- de Tokyo, su transparencia extrema fue un deseo expreso de los clientes, una pareja joven sin hijos, aunque no es la única excentricidad -o genialidad, según se mire-- de la casa.
Ya a primera vista se puede intuir que el edificio no tiene una estructura de plantas al uso. No es una superposición de pisos, uno encima del otro, sino que se compone de un sinfín de pequeñas plataformas por las que se va subiendo, ayudados por tramos de escaleras de unos pocos escalones.
Esta ingeniosa forma de organizar la vivienda viene motivada por el pequeño tamaño del solar, que no mide más de 30 metros cuadrados. Si se hubiera optado por una estructura tradicional, la escalera hubiera hipotecado terriblemente la distribución, amen de reducir los metros cuadrados útiles.
De esta manera, se consigue aprovechar al máximo el espacio disponible, y aunque ninguna de las plataformas sea mayor de siete metros cuadrados, se combinan visual y funcionalmente entre sí, creando una vivienda muy versátil, cuyas estancias se pueden ampliar y adaptar a distintos usos.
El arquitecto lo compara con un árbol:
Lo interesante e intrigante de un árbol, es que las diferentes partes no están herméticamente separadas, sino conectadas unas a otras a su manera. Uno puede ver de una parte a la otra, ir saltando de rama en rama y mantener conversaciones con personas que estén en otras ramas. Estos son los momentos de riqueza que uno encuentra en un espacio tan denso.
Aunque al mismo tiempo, reconoce:
Me gusta la composición espacial, organizada en pequeños pisos a diferente nivel, pero, honestamente, esta casa sería demasiado transparente para ser mi residencia habitual.
A mi me ocurre algo parecido. La organización de la vivienda en esa especie de escalera infinita me parece realmente realmente acertada, creando una riqueza y fluidez espacial muy difícil de conseguir en un solar tan reducido. Sin embargo, me resulta excesivamente abierta al exterior, demasiado expuesta.
Esto no quita que sea una casa realmente bella. Su desnudez, dejando al descubierto la ligera estructura metálica, es una oda a la geometría. Tiene el extraño atractivo de los edificios a medio construir, cuando aún no se ha colocado la fachada y su forma es su estructura, con sus ritmos matemáticos y su racionalidad obligada por la física.
También me gusta mucho cómo se ha logrado romper la habitual barrera que separa el interior del exterior. No sólo por el hecho trivial de que todo son ventanas, sino porque las plataformas que hacen las veces de terraza se intercalan, superponen y entremezclan con las que son cerradas, creando una riqueza espacial realmente interesante.
Imagino que no muchos de vosotros querríais vivir en esta casa completamente transparente, pero no me negaréis que os ha dejado fascinados e intrigados a partes iguales, y que si alguna vez pasais por la capital nipona, le haréis una visita.
Os dejo con un video que muestra en detalle toda la vivienda, así como una extensa galería para que podáis decidir si os van las transparencias o no. Por cierto, hay un mueble en la casa que no pega ni con cola en la decoración ¿Lo habéis visto?
Vía | Wisted Sifter Fotos | Iwan Baan Más información | Sou Fujimoto Architects En Decoesfera | Casas poco convencionales: un baño que se asoma al abismo
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