Casas de famosos: Kate Moss

La supermodelo Kate Moss acaba de poner a la venta su mansión victoriana en Londres, y nosotros hemos andado al quite para entrar en ella y pedir prestados algunos consejos de decoración de una de las figuras clave de la moda europea. Moss es todo un referente en lo que a tendencias de moda se refiere pero, ¿también se ve su estilo en la decoración?

Empezamos el recorrido por el salón, donde tenemos una gran puerta probablemente de doble hoja (no se ve en la imagen) que la separaría del hall. La zona de tertulia consiste en dos sofás de cuatro cuerpos negros con cojines de leopardo enfrentados entre sí junto a la chimenea, con un puf a un lado cubierto con lo que parece una piel de leopardo aunque con la distancia no os sabría decir si es auténtica.

Una gran cristalera da paso al patio, incluyendo este espacio dentro del salón y conservando todos los rayos de sol que puedan venir del exterior. Lo que más me gusta, además de la cristalera, es el suelo, que probablemente sea auténtico del siglo XIX que es de cuando data la casa. Observad el contraste con el mármol de las zonas de paso y decidme si a vosotros os convence porque yo no lo acabo de ver. Opino que con un enmoquetado en la zona común habría ido mejor y menos recargado.

En la vista contraria del salón, tenemos otra zona de tertulia más íntima en mi opinión, con sillones más recogidos y separada visualmente como la anterior mediante una alfombra persa que queda muy bien con los muebles de aires clásicos de esta parte de la casa. La mayor pega que le pondría yo a esta parte es la televisión pequeña que tiene en la estantería, que lo único que hace es estropear la decoración y ni siquiera serviría para que la vieran desde la otra punta del salón por ser demasiado pequeña.

El comedor es, tal vez, la parte más hortera de la casa de Kate Moss. En primer lugar por ese neón que vemos en la esquina que pasó de moda hace 40 años como mínimo, y que lo único que hace es aportar sordidez al conjunto. La mesa blanca con un cristal encima no me acaba de convencer pero es que las sillas son terribles de feas, con sus asientos transparentes.

Tampoco acaba de convencerme la lámpara de tres globos que hay a la derecha, que me parece más para la decoración de un jardín que para el interior de una casa. Lo que sí que me ha gustado, en cambio, es la manera que tiene de mostrar sus vasos y copas en una vitrina aunque yo me habría ahorrado la trasera de espejos y habría elegido una blanca lacada, por ejemplo, para mantener el aire que tiene el resto de la decoración.

La cocina me gusta mucho y es tal vez la parte más moderna de la casa. Con una gran cristalera, incorpora también el jardín dentro de este ambiente, que está dividido en dos con una alfombra. Por un lado, la cocina separada por la barra y por otro una nueva zona de tertulia con sofás. Imagino que la barra servirá para desayunar o para apoyar la comida en unas cenas informales mientras que los sofás sirven de apoyo para que los invitados no tengan que permanecer de pie todo el rato.

El dormitorio de la modelo me gusta aunque tiene algo de batiburrillo, por intentar mezclar demasiados estilos a la vez, con sus aires nórdicos y sus techos abuhardillados. Decorado con sencillez pero de nuevo con toques de leopardo en el cabecero y en los cojines, aunque mantiene la sobriedad en la colcha por ejemplo. Eso sí, odio profundamente cómo quedan las cortinas que arrastran, es que no puedo con ellas.

Os animo a echar un ojo a la galería porque hay grandes aciertos decorativos que podéis usar en vuestra casa si le echáis imaginación. Eso sí, desde aquí os pido que desechéis cuanto antes los estampados de leopardo.

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