Proyecto minue: la increíble historia del lavabo que goteaba ¡por la cerámica!

Proyecto minue: la increíble historia del lavabo que goteaba ¡por la cerámica!
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Nadie me creía, ni siquiera Google, que no daba respuestas a mis plegarias, ni el estupefacto empleado de Leroy Merlín cuando fui a reclamar; en general, nadie a quien le contara la increíble historia del lavabo que goteaba ¡por la cerámica!

Lo normal cuando uno monta un lavabo o un fregadero es que, si gotea, sea porque alguna de las uniones no está bien apretada o sellada. De hecho, siempre que he instalado uno, me ha pasado algo así, también en mi sufrida lucha con el fregadero Boholmen —está claro que estoy gafado con la fontanería—, pero es una fuga fácil de detectar y de subsanar, un poquito de teflón, una junta por aquí, una tuerca mejor apretada por allí, y listo.

Pero en esta ocasión, la cosa iba a ser mucho más complicada y rocambolesca.

lavabo que gotea por la cerámica en la base

Para mi asombro, el agua parecía salir de la nada, goteando lentamente por la base del lavabo hasta formar un cerco en el mueble, incluso sin estar usando el grifo ni habiendo agua en el lavabo. Simplemente, el agua aparecía allí, como por arte de magia.

Al principio, como es habitual, comprobé todas las juntas one more time, especialmente las de la válvula de desagüe, por si el agua iba goteando hasta depositarse en el borde. Apreté tuercas hasta que me salieron callos en las manos y me aseguré de que fuera imposible que algo de agua se filtrara por ellas, incluso las forré con papel para asegurarme que nada se mojaba.

Efectivamente, las juntas y uniones estaban bien selladas, y ni un vestigio de agua asomaba por ellas; pero el cerco seguía apareciendo, lentamente, sin necesidad de usar el lavabo. Así que el agua tenia que salir de alguna parte.

Con tanto trajín de montar y desmontar, comprobé que el agua entraba y se quedaba atrapada en el sistema de rebosadero —se salía al mover el lavabo—, así que empecé a pensar en la posibilidad de que el agua se filtrara a través de la cerámica. ¡Pero si está sellada por el esmaltado!¡Cómo va a filtrarse por ahí! Pues sí, solo que con matices.

Lavabo que gotea

El caso es que metiendo el meñique por la salida de la boca del rebosadero, pude comprobar que por un defecto de fabricación, el interior del rebosadero no estaba esmaltado, y como la cerámica es porosa, el agua acumulada se iba labrando su camino hacia la libertad con la ayuda de la gravedad y la capilaridad.

Esa fue la teoría que elaboré tras una desesperante tarde de pruebas, de asegurarme que el agua no salía por ningún otro lugar. La sorpresa era mayúscula en aquellos a quienes postulaba mi teoría, incluido el empleado de Leroy Merlín, aunque afortunadamente, la dio por buena y me ofreció otra unidad, que anoche pude instalar con éxito para poner fin a la increíble historia del lavabo que goteaba ¡por la cerámica!

En Decoesfera | Proyecto minue: la lucha con el fregadero Boholmen y el grifo Ringskär

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