Ya sabéis que tengo unas puertas y ventanas que no sé muy bien qué hacer con ellas, así que ahí sigo dándole vueltas al asunto. Ahora le toca el turno a las contraventanas, que no tengo claro si quitarlas —tapan mucho la luz— o dejarlas —en invierno protegen del frío—. Lo que tengo claro es que si las quitara, haría algo con ellas, así que he decidido juntar todas las ideas que he encontrado para decorar con contraventanas.
La imagen que me ha inspirado a indagar más sobre el asunto ha sido esta del apartamento de Rachel Krauskopf en Nueva York, que ha utilizado unas viejas contraventanas de madera que consiguió en un viaje a Nueva Orleans para colocarlas sobre el sofá, como si de un cuadro se tratase.
Para una pared de Impacto
Pero con contraventanas se pueden hacer todo tipo de cosas. Por ejemplo, Laura y Dan Durrer de Olive and Love decidieron crear una magnífica pared de impacto con ellas. Eso sí, su trabajo les llevó, ya que más allá de buscar las más de 30 piezas necesarias en escombreras y tiendas de segunda mano, debieron lijaras, pintarlas y adaptarlas, además de colocarlas, claro.
Desde luego, una pared impresionante, con unos colores delicadamente escogidos y que crea un ambiente único, aunque desde el punto de vista de un alérgico empedernido, veo el problema de todo el polvo que puede acumularse en tantas lamas y rebordes.
Como cabecero
En Decoesfera hemos visto todo tipo de cabeceros, incluso uno hecho con puertas de armario muy similares a las contraventanas, de esas con lamas.
Pero con contraventanas puras y duras también podemos crear un precioso cabecero, ya sea pintándolas de colores —aún conservando la pátina— o haciendo una composición de ventanas, marcos y contraventanas como nos proponen en She Knows, siendo está la opción más recargada, aunque tiene un punto atractivo.
Para enmarcar
Otra función que podemos darle a las contraventanas es la de enmarcar zonas de nuestras paredes. Con una a cada lado, la región que queda en el centro se realza como si estuviera dentro de un marco, pudiendo colocar en ella un cuadro, unos platos o incluso nada, para crear el efecto de que es una ventana sin ventana.
Las dos propuestas son de Guille García Lahoz.
Papel pintado
Si lo vuestro no es ensuciaros las manos lijando y lijando —quitar la pintura vieja es un horror— y pintando de nuevo, o cortar, serrar, clavar y atornillar no es lo que más os apasiona, tal vez os interese este papel pintado que simula la textura de una contraventana.
Diseñado por Andrew Martin, con este papel pintado podremos recrear con facilidad el estilo colonial, que tan asociado tenemos a las contraventanas blancas. No es que yo sea un fan del papel pintado, pero ahí está como opción. Éstas, al menos, no acumulan polvo.
Como archivador de cartas
Esta es la idea más original y curiosa de todas, que nos la enseñó mi querida magenta hace muchos años, y que he querido recuperar por la sencillez de ejecución y lo precioso del resultado. Usar la contraventana como archivador de cartas se me antoja perfecto para un despacho, si es con vistas a la campiña francesa o a la toscana italiana, mejor que mejor.
Espero que os hayan gustado estas ideas para decorar con contraventanas. Seguro que habrá muchas más, porque la imaginación decorativa no tiene límites, pero creo que estas cinco son las más representativas. Yo sigo sin tener nada claro qué hacer con las mías.
En Decoesfera | Proyecto minue: puertas y ventanas viejas, qué hacer con ellas
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