Muchos me habíais comentado las ganas que teníais de ver algo de mi casa acabado, así que me he puesto las pilas y aquí os traigo la primera entrega del proyecto minue: el baño, que aunque aún le faltan algunos detalles decorativos considero que ya está listo para vuestros ojos críticos.
Para los lectores menos frecuentes, sobre estas líneas tenéis el baño original de mi nueva casa. Hace un tiempo os comenté cómo pensaba renovarlo, cambiando la distribución para aprovechar mejor el espacio y la luz de la enorme ventana de la que dispongo, incluso hice algunos bocetos con los que creo que he sido bastante consecuente.
Pues bien, sin más demoras, aquí tenéis mi nuevo baño.
A diferencia de como ocurrirá en el resto de la casa, del baño no se ha conservado nada del original. Estaba todo en muy mal estado y la distribución era nefasta, por lo que decidí cambiarlo completamente. Ahora la ducha está al fondo, a continuación el inodoro y junto a la puerta el lavabo, todo alineado en la misma pared para que la instalación de fontanería fuera más sencilla y racional, y el espacio más amplio y ordenado visualmente.
He optado por el blanco y el negro porque es una combinación seria y efectiva, que rara vez cansa, y que junto con las notas de color que aportan los complementos y la calidez de la madera del mueble del lavabo, crea un conjunto sereno y agradable. La gran cantidad de luz que entra por la ventana ayuda a darle alegría al espacio.
Estoy especialmente orgulloso del mueble del lavabo, que es un mueble de Ikea hackeado; en concreto el banco de la serie Molger, al que le he quitado las patas, lo he acortado unos centímetros y lo he colgado para que resultara más ligero que un mueble de los que se apoyan en el suelo. El lavabo de media esfera, que tantos problemas me ha dado, era uno de mis caprichos, así como el grifo con aspecto de acero cepillado.
Nada en el baño es especialmente caro, aunque tampoco lo más barato de la gama. Lo más destacable, además de cambiar la puerta y la ventana, es el indoro, el modelo GAP de Roca, que está en torno a los 200 euros, luego la pieza de la ducha y el plato, que rondaban ambos los 150 euros. El grifo del lavabo creo recordar que fueron poco más de 100 euros, y el lavabo 50. El suelo unos 25 euros el metro cuadrado, y el revestimiento entre 15 y 25. Lo demás, poco significativo, un espejo sin marco y una sencilla lámpara tipo camerino, que juntos no debieron sumar más de 150 euros.
Me falta poner la mampara de la ducha, porque los modelos que podía pagarme no me convencían en absoluto, y he optado por poner una sencilla cortina de forma provisional. También quiero hacerme un armario a medida para el hueco que ha quedado junto a la ducha, para guardar las toallas y esas cosas, pero eso ya se andará.
¡Ah! se me olvidaba mencionar el pequeño apaño que he hecho para colgar la cortina junto al lavabo y ganar además un estante extra, añadiendo un toalllero en la parte inferior de un estante de madera de la misma serie que el banco del lavabo, que creo que ya no se vende. Me gusta lo cómodo que es secarse las manos y la cara sin tener que agacharse como en los toalleros que se suelen colocar a la altura del lavabo.
Bueno, creo que eso es todo. Espero que os haya gustado mi nuevo baño y prometo traeros pronto novedades del resto del proyecto minue. Por supuesto, si tenéis cualquier cosa que preguntar, o sugerencia que hacer, soy todo vuestro.
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